Quizá no repararás en estos puntos en relación al cuarto del bebé, pero es muy importante que este ambiente esté muy limpio.

Hay detalles que se nos escapan y que podrían ser una manera de atraer bacterias, gérmenes y demás.

Toma nota:

1.- No aspirar si tienes alfombra. ¡Hazlo al menos dos veces por semana! Incluye el colchón (más si tienes mascotas).

2.- No cambiar las sábanas de manera frecuente. Recuerda que dejamos células muertas en nuestras sábanas, igual tu bebito está haciéndolo.

3.- Mantener los pañales sucios en el bote de basura abierto, en la habitación. Utiliza un sistema que guarde olores y mantenga los gérmenes fuera de ahí.

4.- Tu bolso anda por todos lados, es preferible que lo mantengas en la sala, alejado del cuarto del bebé.

5.- Revisa que el colchón no tenga humedad (que puede generar hongos). Para empezar, procura que sea nuevo e hipoalergénico, lo mismo con sus almohaditas.

6.- La superficie cambiadora debe de estar limpia ¡siempre! Ya sea que utilices un plástico o un mueble cambiador, desinféctalo después de usarlo con una toallita o bien, un spray para este cometido.

7.- Manos limpias también. Cuando termines de cambiar a tu peque, puedes lavar o ponerte gel desinfectante para después tocar el resto de la habitación.

8.- Si el bebé ya gatea, procura siempre tener el piso limpio y desinfectado, y lavar sus manitas de vez en cuando.

No te asustes, tampoco es que el mundo sea un peligro para tu bebé, pero más vale tomar en cuenta estas medidas para mantener gérmenes lejos. No está de más.