Frecuentemente las mamás reciben consejos y comentarios no prudentes respecto al cuidado de sus bebés. Siempre consulta a tu médico y guíate por tu propia inteligencia.
“¿Te dan permiso de comer/beber eso?” Se agradecerá que sólo lo hagas si la vieras bebiendo alcohol y pudiera dañar al bebé.
“¿Cuánto tiempo vas a amamantar?” Muchas veces las mamás no saben exactamente cuánto tiempo lo van a hacer, no lo han pensado siquiera y se sentirán presionadas.
“Cuando le des fórmula, ¿dejarás de amamantar?” En ocasiones es necesario suplementar la leche materna con fórmula y eso lo decidirá el pediatra. Además algo de leche materna es mejor a nada.
“¿Le vas a dar otra ves?” Dar pecho es diferente a dar botella, especialmente cuando se trata de lo emocional. El bebé muchas veces quiere sentirse apapachado y no necesariamente es hambre lo que tiene.
“¿No te preocupa que tus pechos se tornen flácidos?” Cuando las mamás deciden amamantar, están pensando en sus bebés y no en lo estético.
“Yo no les dí pecho a mis hijos y están bien”. Qué bueno, este bebé no es suyo, ni las decisiones tampoco.
“No te gustaría que eventualmente te ayudara a darle de comer y tu descanses?” Tal vez mamá no lo ha pensado, pero por otro lado hay manera de sacarse la leche y pedir que papá o alguien más se la dé, si fuera necesario.
“Podrías probar la fórmula”. Amamantar tiene muchos beneficios y uno de ellos es la liga emocional que se establece entre mamá y bebé.