¡No te aísles!
Evita aislarte por dedicarte a cuidar a tu bebé en casa. Lleva a tu bebé a “jugar” con otros. Es sumamente benéfico…
Por: Sharon Rapoport
Se habla mucho respecto a los retos de la mamá que trabaja. Sin embargo, la mamá que decide quedarse en casa también enfrenta desafíos importantes.
A pesar de que la intensa convivencia con el bebé esté llena de satisfacciones, y que estés comprometida con la decisión de dedicarte exclusivamente a su cuidado durante los primeros años, es normal que eventualmente comiences a experimentar una sensación de aislamiento.
Quizá sientas que tu único vínculo con el mundo exterior es un dinosaurio morado, o que has cambiado definitivamente los vestidos y zapatos de tacón por una playera adornada con secreciones corporales de bebé.
Es importante atender a esta sensación. En primer lugar, porque tu bienestar es fundamental para el bienestar del bebé. Y en segundo, porque ahora tendrás que aprender a cuidar de ti misma, a la vez que cuidas de él.
Y aunque el bebé sea un compañero adorable, debes recordar que es imposible que esta convivencia satisfaga todas tus necesidades. También necesitas momentos personales y tiempo a solas con tu pareja, así como la compañía y conversación de otros adultos.
El auge de las clases de estimulación temprana en que participan bebé hijos, y el surgimiento de los llamados, se explica en gran parte por esta necesidad de interacción social de las nuevas madres.
Busca compañía
No es casual que alrededor del mundo, así como en nuestro país, los playgroups (“grupos de juego”) hayan ganado enorme popularidad. Se trata de grupos de mamás, que junto con sus bebés de edad preescolar, se reúnen periódicamente en un lugar apto para que los bebés “jueguen” (normalmente un parque o la casa de una de ellas).
La idea de llevar a un bebé de meses a “jugar” puede parecer ridícula. Es cierto que durante los primeros años de vida la interacción entre los bebés vaya de nula a limitada. Sin embargo, observarás que hasta los bebés de meses parecen estimularse con la presencia de otros.
Más adelante, el playgroup se convierte en el ámbito en que el niño que aún no acude a la escuela puede practicar la interacción social, y recibir las primeras lecciones en cuanto a la convivencia (“No le quites el juguete a Fulanito…”, se convertirá en tu mantra).
Sin embargo, el beneficio oculto de estas reuniones es su función como grupo de soporte para las nuevas mamás. En ellas, podrás obtener desde tips concretos respecto al cuidado del bebé, hasta un oído comprensivo para las tribulaciones de la maternidad. Aún más importante, te proporcionarán un pretexto para salir de casa y un antídoto contra el aislamiento.
Algunos beneficios de reunirte regularmente con otras mamás:
- Saber que no eres la única afectada por la falta de sueño, o ver que tu pequeño de dos años no tira los peores berrinches, sirve como una especie de “terapia de grupo” y constituye un gran alivio.
- Te ayudará a adaptarte a la vida con un bebé.
- Te hará sentir como parte de una comunidad.
- En el mejor de los casos, en el playgroup se convierte en una suerte da familia postiza y fuente de amistades duraderas para mamás y niños.
- Podrás intercambiar favores con otras mamás.
- Los bebés suelen inspirarnos sentimientos extremos, desde un amor infinito hasta una terrible ansiedad. Compartir información con las demás mujeres y observar a otros bebés en acción, puede ayudarte a poner en perspectiva tus preocupaciones y decidir lo que es normal en cuanto al desarrollo de tu hijo.
Otras salidas
Otra manifestación de aislamiento es darte cuenta (y que te comience a molestar), que el tema de todas tus conversaciones gira en torno a onzas de leche y pomadas para las rozaduras.
Entonces sabrás que es tiempo de reconectarte con el mundo exterior. Quizá este no sea el mejor momento para iniciar una maestría o aprender un nuevo idioma, pero puedes proponerte asistir a alguna conferencia interesante, frecuentar amistades de ámbitos distintos, leer un par de páginas de un libro u hojear el periódico.
Además, dedica algunos momentos de la semana a una actividad física. No se trata de entrenar para el maratón, sino de mantenerte en forma, despejar la mente y liberar el estrés. Aunque te sientas sin energía para tu sesión deportiva, reunión o conferencia, procura hacer arreglos de antemano para el cuidado del bebé y cumplir con tu cita religiosamente. Una vez ahí, no te arrepentirás.
Resístete al secuestro… de tu televisor
Es posible que durante esta etapa, de tu televisión, reproductora de CDs y DVDs sólo salgan personajes y canciones para preescolares. Eventualmente, todo lo que escuchas y ves es contenido infantil y el acontecer mundial comienza a parecerte más y más distante.
Si tu manera de conectarte con el mundo (o desconectarte), es ver determinado programa o escuchar el noticiario, es necesario que recuperes, literalmente, el control de la televisión. No te sientas culpable. Se trata de que encuentres la forma de ver o escuchar un programa durante media hora, lo cual es poco cuando dedicas el resto del día a estimular y cuidar al bebé, y está bien atendido y seguro durante este periodo.
Si aún te sientes mal, recuerda que no se recomienda que los bebés pasen mucho tiempo frente a la pantalla, así es que puede cedértela un momento.
Cuando el bebé es pequeño, es posible que sufras constantes interrupciones en el transcurso del programa. Pero alrededor de los 3 años, puedes entrenarlo para jugar en su cuarto o mientras te acompaña (dependiendo del contenido del programa). Un niño de 4 ó 5 años puede comenzar a recibir el mensaje de que mamá también necesita sus espacios.
Lugares de convivencia
Algunos otros lugares donde puedes conocer a mamás con intereses comunes, así como obtener conocimientos relevantes para ti durante esta etapa, incluyen:
– Clases de masaje para bebés
– Clases de yoga para mamás con bebés
– Clases de estimulación temprana (Gimnasios para bebés)
– Grupos de apoyo a la lactancia
– Cursos de primeros auxilios
Aislamiento y depresión posparto
Buscar apoyo y compañía puede constituir algo más que un entretenimiento temporal. El aislamiento de la madre es un factor que contribuye a la depresión posparto. Vivir sola y contar con un apoyo social limitado te ponen en mayor riesgo. Estas son algunas de las estrategias para prevenir y lidiar con la depresión posparto. Observa como la participación en un playgroup encaja con estas recomendaciones:
- Evita el aislamiento social. Mantente en contacto con la familia y amigos.
- Pide ayuda. Un grupo de amigas te podrá ayudar a darte cuenta si tus sentimientos son comunes o están fuera de rango.
- Mantén expectativas realistas respecto a la vida con el bebé. Un grupo de mamás sinceras te ayudará a hacer esto. Pero si tu grupo es demasiado competitivo u hostil, considera buscar otras amistades.
Recuerda que la depresión post-parto se presenta en un rango de moderada y breve hasta severa, duradera y en algunos casos, peligrosa. Infórmate sobre sus síntomas y si es necesario, busca ayuda de un terapeuta.