Respira para y relajarte
¿Puedes regresar a tu centro ahora que eres mamá? Sí, es posible. Aprende a meditar para relajarte.
Quizá la palabra meditar te intimide un poco porque tú no eres una yoguini o menos una monja tibetana. Pero no necesitas serlo para aprender a relajarte con esta técnica.
No te preocupes, meditar no significa necesariamente tener la mente en blanco o elevarte, es poner atención en algo que no sean tus pensamientos o preocupaciones. Para las meditaciones guiadas vas a necesitar tu imaginación.
Tres técnicas para relajarte
- Pon música tranquila, siéntate cómodamente y concéntrate en observar (con tu atención y ojos cerrados), tu respiración: cómo entra y cómo sale, la temperatura, textura y hasta el sonido. Hazlo por el tiempo que más puedas.
- Puedes seguir una meditación guiada, para principiantes, será lo máximo. En YouTube encuentras muchísimas, como esta: https://youtu.be/B9KuJ08pRCk
- Prueba repetir un mantra. Busca en Youtube un Om Mani Padme Hum (que es para la compasión) o bien, si te sientes más cómoda diciendo algo en español puedes repetir el famoso Ho’oponopono que en realidad es para limpiarte de sufrimiento y vivir en gratitud: “Lo siento, perdóname, gracias, te amo”.
Termina cualquier técnica con un estiramiento rico, como si te acabaras de levantar.
Es importante que haya silencio, aunque sea por 5 minutos, además de que uses ropa cómoda y tu postura también lo sea. Tu práctica no tiene que ser perfecta, el punto es relajarte y cambiar el switch. Aunque no lo creas, este tiempo todos los días hará la diferencia para ti y, por lo tanto, para tu bebé.