Cómo hacer que tus hijos amen la lectura: algunos tips
Uno de mis momentos favoritos del día es leer con mis hijos justo antes de dormir, pueden ser cuentos breves, poemas, fragmentos de novelas, cómics o algún pensamiento que haya escrito durante esos días. Llenar la historia de voces, ambientación y emociones me resulta una experiencia muy placentera; desde que ellos eran muy pequeños trate de crear una pequeña biblioteca para que pudieran adentrarse en el mundo de la lectura y hasta ahora he tratado de ir poco a poco enriqueciendo ese espacio con lecturas que vayan resultando interesantes de acuerdo a su edad.
Cuando somos niños desconocemos casi por completo el mundo de las letras, solo sabemos de oralidad y sonidos, podemos ver los signos que la gente mayor nos interpreta y confiamos en que esas cuatro letras dicen MAMÁ. Nuestros padres juegan un papel fundamental en nuestra trayectoria para convertirnos en pequeños lectores dispuestos a devorar estantes repletos, para poder llegar a este punto, es sumamente importante alimentar y practicar la lectura día a día hasta convertirla en un hábito.
Para empezar debemos recordar que los niños tienden a la imitación es una de las formas en que ellos aprenden, así que si crecen en un hogar donde los padres leen con frecuencia, siempre tienen libros a la mano y se habla constantemente de lecturas, títulos y autores es mucho más probable que se genere un gusto por esta práctica.
En caso de que los padres sean poco lectores o no se tenga el hábito tan arraigado no se debe dar por hecho que todo está perdido, es importante detectar si el niño demuestra interés y poner atención e involucrarnos en lo que les está interesado, para poder conocerlo e impulsarlo.
Una de las bases en la trayectoria de un lector es la experiencia acumulada en relación a esta actividad, platicar de los cuentos o historias que conocíamos de niños, los primeros libros que leímos o podemos recordar y nos impactaron, las lecturas que llegaron a nosotros por la escuela de forma académica y nos marcaron o nos enseñaron algo.
Un beneficio grande de generar el hábito de la lectura en nuestros pequeños es facilitarles herramientas de estudio para el futuro, así como darles la oportunidad de abrir la puerta a nuevos mundos en su mente, lo que los llevará a imaginar más, soñar y crear cosas nuevas; despertar y alimentar su curiosidad además de generar en ellos una mayor sensibilidad que los puede hacer más comprensivos y solidarios con los demás.
Para hacer el proceso más fácil te recomendamos dedicar un tiempo a la lectura compartida de preferencia en la etapa en la que tu hijo comience a leer ya que es donde tendrá un mayor impacto, como padres somos el vínculo que puede facilitar el momento para hacerlo divertido y agradable y de esta forma no generar un impacto negativo que se refleje más adelante en su interés por la lectura.
Algo que nunca debemos olvidar es que podemos convertir la lectura en un placer y no en una obligación tediosa y pesada para nuestros hijos, que existen lecturas que nos atrapan y otras que no, esto depende del contexto, el estado de ánimo y la situación en la que nos encontramos, para adultos y niños es importante no forzar la lectura y evitar leer temas que nos resulten incómodos e irrelevantes.
Generar un vínculo con nuestros niños a través de esta actividad nos ayudará a tener una mejor comunicación y compartir tiempo de calidad, relajarnos y divertirnos, no hay necesidad de hacerlo de manera muy estática o formal, se puede experimentar, con títeres, disfraces, dinámicas y podemos varían las lecturas, brincando de tema a otro para hacerlo más dinámico y útil.
Ayuda a tu hijo en esta trayectoria y consigue así que se aficione por la lectura desde pequeño, a la larga será una de las mejores cosas que podrás otorgarle, le darás un compañero de vida que lo acompañe en momentos tristes o circunstancias difíciles, un lugar donde podrá encontrar refugio, consejos, ideas y descanso para su mente.
¿Recuerdas cuál fue el cuento que te leían de pequeño?