Rutinas, ¿buenas para los bebés?
Seguramente piensas que por ser chiquito no necesita estructuras, pero es probable que este sea el momento óptimo para inculcárselas a tu hijo/a.
El crear rutinas le ayuda a él… ¡y a ti! Así que comienza a verlo de esta manera. Ambos saben qué esperar, qué hacer, qué viene, con lo que él se siente confiado y seguro, y tú más relajada, en una de esas hasta puedes darte 10 minutos más en el baño o para dormir.
Las rutinas lo mantendrán satisfecho, lo cual es muy bueno para él, pero al final, para tu organización también. Después, es una manera de crear lazos y comenzar a construir esa gran relación que seguramente tendrán.
Pero, ojo, como bien dice el doctor Jim Sears, autor de The Baby Book, una cosa es la rutina y otra es trabajar bajo un esquema militarizado. El patrón de lo que hacen es bueno para que él se vaya sintiendo importante y para que tú no enloquezcas. Así que no te estreses si un día le toma 20 minutos comer y otro, 40. En especial las primeras semanas. Ya sabrás que después hay que cambiarlo, etc.
Patrones súper personales
Ve conociendo a tu pequeño. Es decir, si después del baño se acelera, es mejor hacerlo cuando quieres que despierte o si lo relaja, cuando quieres dormir (tú también cuentas).
No olvides que las rutinas también incluyen la diversión además de la comida, el sueño, el baño. Las rutinas de juego les dan estabilidad, seguridad y son un gran estímulo para su desarrollo. Observa qué le gusta, qué le llama la atención y qué de plano lo aburre.
Por último: la rutina de meterlo en la cunita a dormir es muy importante. El Dr Harvey Karp, autor de The Happiest Baby on the Block afirma que las rutinas lo mantienen seguro y ayudan a protegerlo de cambios grandes y inesperados, como las primeras vacaciones o la llegada de un hermanito.
Verás que los primeros meses serán más complicados mientras se conocen y adaptan, pero después, ¡será pan comido!