Papá está celoso
Cuando llega un nuevo hermanito los primogénitos suelen sentir celos hacia él y para que no se sienta descuidado, hay que ofrecerle atención y cuidados. Con el nacimiento de un bebé, los papás se convierten en víctimas fáciles de los celos también.
Por: Natalia Fuentes
Los celos son algo que va más allá de una simple actitud y eventualmente pueden mostrarse de forma poco común. La mayoría de las veces los celos se canalizan de forma sutil, no agresiva y controlable, pero hay ocasiones en que se manifiestan ciertas variantes patológicas de los celos, como es el síndrome de Otelo, donde se altera visiblemente el desarrollo de una vida normal y la relación con las personas más próximas, sin que el que sufre los celos sea capaz de controlarlos.
¿Los celos son un signo de debilidad?, ¿podemos controlarlos a base de voluntad?…Al parecer se trata de algo más básico y fuerte de lo que la mayoría de la gente estamos dispuestos a aceptar. Cuando los celos aparecen en forma de pasión, alterando no sólo la vida normal, sino las relaciones con la pareja, los hijos y los amigos, hay que hacer algo al respecto. Como ocurre con otras pasiones, como es el amor, los celos pueden mover montañas, pero desafortunadamente casi siempre de forma destructiva.
Embarazo y celos
El tema es bastante complejo y los profesionales de la psicología humana han intentado poner en orden esta maraña de sentimientos. Desde el embarazo pueden aparecer los primeros indicios de celos. Quizá en un principio este tipo de celos sean de poca importancia y fácilmente se podrán esquivar, pero puede estarse sembrando una peligrosa semilla, sin saber lo que está sucediendo. En este caso, la mejor prevención será la conciencia, el conocimiento de que no estás ante un enemigo pequeño.
El embarazo es la culminación del amor y teóricamente es un asunto de dos, pero la realidad es que en esta etapa el protagonismo lo lleva la mujer, la futura madre. Además ella centra toda su atención –que antes era exclusivamente para su pareja- en el pequeño ser que está creciendo dentro de ella.
Por otro lado, los sentimientos del hombre se vuelven ambivalentes. En él aparecen nuevas inclinaciones hacia la mujer, como la preocupación y la angustia por su salud, e incluso el proteccionismo y la ternura. Y hacia él mismo, surgen sentimientos de inseguridad que le hacen cuestionarse sobre si será o no un buen padre y también la incertidumbre por el cambio de estilo de vida, aunque al mismo tiempo nace en él el orgullo.
Este cúmulo se sensaciones hace que el hombre sea más frágil y más susceptible a ser víctima de los celos. Lo complicado es que nadie se da cuenta de lo que pasa, porque los hombres suelen ocultar lo que consideran como debilidades. De ahí la importancia de hablar de lo que estés sintiendo. Sea lo que sea hay que manifestarlo, no reprimirlo.
Consejos para ayudar a acabar con los celos:
1. Identifícalos
Lo primero es tratar de identificar y clarificar tus celos. No los confundas, por ejemplo, con la envidia. Se habla de envidia cuando te refieres a un compañero de trabajo que tiene más éxitos de los que tú crees que merece, o de comparaciones con el vecino por su nuevo coche, pero los celos son otra cosa. Una simple envida, aunque no lo creas, es mucho menos peligrosa. La envidia se caracteriza por sensaciones de inferioridad, resentimiento, injusticia y desaprobación. Mientras que en los celos los sentimientos principales son muy distintos y más fuertes, como el temor a la pérdida, la desconfianza, la ansiedad y la angustia, con todas las alteraciones orgánicas que conllevan dentro de los patrones del sueño, de la alimentación y del proceso digestivo e incluso de la frecuencia cardiaca.
2. Acepta los celos
No sólo se tienen celos por un hipotético amante de la pareja, sino que se pueden desarrollar celos hacia los propios hijos. Todos los hombres, en menor o mayor medida sienten celos cuando ya son tres en casa.
Una vez que nace el bebé, al hombre le es difícil aceptar el lazo emocional que se va formando entre el bebé y la madre. El padre percibe que se va fortaleciendo la relación exclusiva entre madre e hijo, que ya existía en el embarazo y dicha situación favorece la aparición de celos en él, ya que le provoca una extraña sensación de alejamiento y marginación. Y no podemos olvidar que durante los primeros meses después del nacimiento, se altera también la vida sexual de la pareja, hecho que afecta al hombre en gran medida, además de que pueden aparecer otro tipo de interferencias, como la excesiva sensibilidad de la mujer e incluso la depresión posparto.
En este proceso también se da otro tipo de inconvenientes. Por un lado la mamá está tan ocupada atendiendo al bebé y a veces tan preocupada por él, sobre todo si es madre primeriza, que descuida las atenciones hacia su pareja y esto provoca que él se sienta desplazado. Y por otro lado, las familias, sobre todo la de ella, suelen intervenir constantemente en los cuidados del bebé, queriendo participar e implantar su voluntad por sentirse con experiencia. Esto lo único que logra es hacer a un lado al papá y no permite que vaya aprendiendo con la práctica y que se involucre en las rutinas diarias.
Es muy importante que como pareja establezcan claramente con sus familias que ustedes mismos solicitarán su ayuda cuando la consideren necesaria, pero no los dejen invadir su espacio, ni alterar la nueva forma de convivencia familiar, que sólo a ustedes les corresponde ir formando.
3. No descuides los celos
Hasta aquí hemos hablado de celos normales, que se dan en una situación específica y son pasajeros. Todos los hombres sienten celos, algunos más y otros menos, y casi todos se pueden superar. Pero aunque no sea algo frecuente, en ciertas ocasiones no son capaces de vencerlos. Si se descuidan los celos pueden crecer, acumularse e instalarse en un rincón de tu corazón. Entonces, cualquier insignificancia se puede convertir en una ofensa personal, que si mantienes reprimida, acabará formando una especie de olla de presión dentro de ti, que podrá explotar en el momento menos pensado.
Por eso, trata de ser fuerte y confiesa tus celos. Las personas vivimos en pareja para ayudarnos y apoyarnos el uno al otro cuando hay problemas. Recuerda que la inteligencia es tu arma más poderosa y la clave está en detectar los celos cuando son pequeños y apenas están iniciando. En ese momento, todavía pueden ser contenidos y racionalizados. Así que no te descuides, se cariñoso contigo mismo, así como lo eres con tus hijos. Si tú no procuras tu auto cuidado, nadie lo hará por ti. Exprésate, habla y pide ayuda.