Los collares de ámbar, ¿la nueva maravilla o solo moda?
Al parecer es un fenómeno mundial, los collares de ámbar ya se venden en todos lados y algunas mamás afirman que son mágicos.
Comenzaron a usarse para los dolores de dientes, y dicen que tienen una energía y aceites que tranquilizan y relajan al niño.
Esta moda nació entre las mamás con gusto por métodos naturistas y alternativos de sanación, pero ya son tan populares que se venden en tiendas departamentales.
Aseguran que estimulan es sistema inmunológico y con ello se pueden reducir las alergias (y síntomas), además de desinflamar y activar la circulación sanguínea.
¿Qué es el ámbar?
Es una resina de coníferas fosilizada, es decir, es tiene un origen vegetal. Afirman que al contacto con la piel se libera ácido succínico que es el encargado de las bondades de los collares de ámbar.
¿Recomendados o no?
Hay gente que cree ciegamente en ellos, que, de hecho, sus hijos ya mayores (3-4 años) los utilizan sin problema para alergias y cuando les están saliendo las muelas. Afirman que hay una gran diferencia en su peques con y sin el collar
No existe ninguna evidencia científica que respalde esto, pero siempre es la decisión de los padres intentarlo o no.
- Sólo hay que tener cuidado cuando se utilizan, ya que, al final, son perlitas que llevan alrededor del cuello.
- No es recomendado en bebés pequeños y estar pendientes de que no haya atragantamiento.
- Es preferible utilizarlo en la mano o el pie, para evitar que se vaya a apretar.
- Si es posible, quítenlo para dormir.
Existen varias alternativas para aliviar el dolor, además de los collares de ámbar, ¿por qué no probarlas?