Límites desde que nacen
La palabra disciplina tiene para los padres una connotación de castigo, cuando en realidad tiene que ver con instrucciones recibidas desde temprana edad que redundan en un comportamiento ordenado y estructurado de los hijos durante su vida.
Un bebé puede entender la causa y el efecto desde que llora y al momento recibe atención, hasta que ve que una acción recibe una sonrisa o un ceño fruncido por parte de mamá o papá.
Conforme va creciendo reciben halagos por su realización, sin embargo es conveniente introducir un poco de frustración. Cuando aún tiene un bebé 4 o 5 meses en forma gradual se le deben imponer límites como establecer un horario de siesta, comidas, baño y otros y no esperar a que “crezca” para hacerlo.
Es necesario armarse de paciencia y no enojarse cuando los pequeños realizan alguna actividad no deseable, ya que ellos sólo buscan mostrar nuevas hazañas.
En lugar de utilizar siempre la palabra NO, busca maneras de distraerlo y enseñarle lo que SI es deseable que haga.
Es muy importante ser firme, de lo contrario el pequeño aprenderá a manipular.
Es aconsejable:
- No perder la paciencia
- Apégate a la rutina
- Evita entrar en pleitos innecesarios
- Comenta lo que esperas del bebé con las personas que le rodean para que apoyen la disciplina y no caigan en contradicciones.
- Se flexible y usa tu sentido común.
- Identifica patrones para ejercer disciplina o no frente a ciertas conductas.
- Pon fuera del alcance objetos peligrosos o que no quieres que los toque.
- En general puedes alejar al bebé de situaciones peligrosas en lugar de batallar o utilizar palabras negativas.
- Recuerde la inmadurez que tiene un bebé.