influencia de los alimentos
La programación nutricional temprana impacta directamente la salud de tu bebé.
La programación nutricional temprana es un proceso dónde la alimentación de la madre durante el embarazo y la lactancia puede influir directamente en la salud adulta del bebé a largo plazo.
La desnutrición de los niños en los primeros 1,000 días de vida, puede predisponerlos a padecer, en edad adulta, enfermedades como obesidad y diabetes.
La lactancia materna es la primera y mejor opción de alimentación para un bebé. Cuando ésta no es posible o no es suficiente se recomienda consultar al médico, quien determinará el alimento adecuado a las necesidades del bebé.
En Danone Nutricia sabemos que tener un hijo es todo un acontecimiento y que para los futuros papás representa una gran alegría y un gran reto; por ello recomendamos y fomentamos la lactancia materna como primera y mejor opción para la alimentación del bebé. Nos comprometemos en acompañar a los padres, madres y a los profesionales de la salud en uno de los cuidados más importantes que impacta de manera directa el desarrollo del bebé como lo es la alimentación y la nutrición.
PROGRAMACIÓN NUTRICIONAL
La alimentación y la nutrición son claves para una adecuada programación nutricional temprana del bebé. Este proceso comienza con la mamá, debido a que si la madre presenta un bajo peso, desnutrición o un sobrepeso / obesidad, esto pondrá en riesgo el correcto desarrollo del bebé y afectará más adelante negativamente la salud del pequeño.
El vínculo entre el bebé y su mamá comienza desde el día uno de la gestación, es entonces cuando los bebés reciben por parte de la madre los nutrimentos necesarios para su desarrollo, por eso la importancia de que una madre lleve una alimentación adecuada. La mejor forma de que la madre obtenga todos los nutrimentos necesarios es consumiendo alimentos de los 3 grupos principales: verduras y frutas, cereales y leguminosas y alimentos de origen animal.
Pero ¿qué es en sí la programación nutricional temprana? La Dra. María del Consuelo Velázquez Alva, que es Médico Cirujano y Maestra en Ciencias de la Nutrición y los Alimentos indica que
“La programación nutricional temprana es un concepto basado en evidencias epidemiológicas que indica que situaciones perinatales como la nutrición materna determina un riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas en la vida adulta: obesidad, diabetes y padecimientos cardiovasculares como hipertensión arterial y enfermedad coronaria”.
Es decir, todo lo que la mamá y el bebé hagan, coman y experimenten durante los primeros 1,000 días de vida, tendrá consecuencias directas en la salud futura del bebé, lo que significa que la adecuada intervención nutricional de una mujer durante el embarazo y la lactancia, disminuye el riesgo de que en el largo plazo el bebé desarrolle diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares. La nutrición adecuada durante éstos 1,000 días (período entre el embarazo de una mujer y el segundo cumpleaños de su hijo), tiene un gran impacto en la capacidad del niño para crecer, aprender y a largo plazo tener salud.
“El peso al nacer es como nuestra huella dactilar, un indicador de los nutrimentos que tuvo el bebé durante la vida intrauterina y refleja la salud que podríamos tener en la vida adulta”, indicó la Dra. Velázquez Alva. Por ello cuidar el peso durante el embarazo es de suma importancia, ya que si una mujer embarazada presenta sobrepeso u obesidad, afectará su salud cardiovascular y metabólica, lo que puede generar un exceso de tejido graso favoreciendo trastornos como: la hiperglucemia, resistencia a la insulina, diabetes gestacional, gestación comprometida, y la posibilidad de tener un parto prematuro.
En relación al peso corporal que una mujer embarazada debe aumentar, se han generado diferentes mitos y creencias, uno de los más comunes es que debe subir al menos un kilo por cada mes de gestación; sin embargo, cada mujer es diferente, y al momento de la gestación ésta se debe de encontrar en su peso ideal, ni por arriba, ni por debajo de su Índice de Masa Corporal (IMC), y dependiendo de la constitución de cada mujer, serán los kilos que deberá aumentar de peso durante el embarazo. Las recomendaciones acerca de la ganancia de peso durante el embarazo, indican que una mujer con peso normal de acuerdo a su IMC, podrá aumentar de 11 a 16 kg., una futura madre con sobrepeso podrá aumentar de 7 a 11 kg. y una con obesidad podrá subir de 5 a 9 kg.
La programación nutricional temprana y la epigenética –estudio de los factores ambientales que pueden producir modificaciones en los genes que se transmiten al feto– nos ayudan a prever posibles problemas de salud en los bebés, por ejemplo, los niños que al nacer pesan más de 4 kilogramos, tienen un 22% de probabilidad de desarrollar obesidad a los 5 años de edad, del 26% a los 9 años y un 31% al cumplir los 14 años.
Sin embargo, no hay que perder de vista que la correcta alimentación no concluye con el parto, posteriormente la madre tendrá que seguir cuidando su alimentación ya que le brindará a su pequeño leche materna. Es importante recalcar que alimentar al bebé con leche materna es la mejor forma de proporcionarle todo el aporte nutricional e inmunológico que le permitirá desarrollarse de forma saludable.
De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública el 90% de las mujeres al momento del nacimiento de su bebé están dispuestas a lactar; sin embargo, al paso del tiempo se disminuye esta posibilidad ya que al finalizar el primer mes 42% lacta, y al finalizar el quinto mes, sólo el 5% de las mujeres lacta.
Algo que puede ayudar a la madre a sentirse cómoda con la lactancia es la posición al lactar a su bebé. Es muy importante que cuando una mujer lacte su espalda siempre esté recta y que la cabeza del bebé siempre esté a mayor altura que el resto de su cuerpo.
Algunas posiciones para lactar pueden ser:
Sentada: La mujer debe de estar erguida y el bebé debe de estar recostado en sus brazos. La boca del bebé y el pezón de la madre deben de estar a la misma altura. Se recomienda poner una almohada en las piernas para mayor comodidad.
Acostada: La mujer debe estar recostada de lado, cuidando apoyar la espalda con un par de almohadas extras para mayor comodidad. Es importante cuidar siempre que la nariz del bebé esté libre para respirar sin dificultad.
También es importante considerar que a partir de los 6 meses, la leche materna no es suficiente para cubrir los requerimientos nutrimentales que el bebé necesita en esta etapa, por lo tanto es necesario complementar su nutrición con otros alimentos y líquidos además de la leche materna. En caso de que ésta última no sea posible o no sea suficiente, se recomienda consultar al médico quien determinará el alimento adecuado a las necesidades del bebé. Las fórmulas infantiles están desarrolladas para adaptarse a las necesidades nutricionales específicas para cada bebé.
“Existen diversos factores que influyen de manera positiva o negativa durante el embarazo, pero el más importante es sin duda la correcta alimentación de la madre y del bebé. La nutrición que se le proporcione desde el comienzo del embarazo hasta los primeros años de vida establecerá cómo será desarrollo del pequeño y si hay posibilidades de padecer alguna enfermedad a futuro”, concluyó la Dra. Velázquez Alva.
Es importante recordar que los bebés en el útero obtienen todos sus nutrientes de su madre. Si la madre carece de nutrientes clave, también lo hará el bebé; poniendo su futura salud y desarrollo en riesgo.
En Danone Nutricia nos enfocamos a desarrollar productos adaptados a las necesidades nutricionales específicas de los pequeños en línea con el código de la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como con la regulación local.