Fue irremediable: se decidieron por el divorcio o separación. Ahora viene un tiempo de adaptación y es muy común que muchos padres se sientan culpables y un poco perdidos; buscan la manera de seguir presentes en las vidas de sus hijos pero no saben cómo.

Divorcio exitoso: sí se puede

1) No hables mal del otro padre. Aunque estés enojado con tu ex, no te desahogues con ellos, seguramente tienes a una amiga o terapeuta. Tampoco lo hagas con gente muy cercana, como tus papás.
2) Sé consistente: si te comprometes en estar cada quince días, hazlo. Existe un periodo de adaptación y los pequeños necesitan consistencia.
3) Respeta sus emociones pero no olvides que tú eres el padre y tienes que poner límites. A veces el divorcio es la excusa perfecta para ser objeto de manipulación, pon atención.
4) No utilices a tus hijos para chantajear o como venganza, ¡nunca!
5) Tendrás que hablar con tu ex, los niños no son “recaderos”, no importa lo maduros que sean. Trata de resolver todos tus sentimientos de enojo o de decepción en terapia.
6) Impón reglas y disciplina en casa. Que los chicos cooperen, no se trata de que, en una casa, sea vacación y, en la otra, obligación. Como padre divorciado también tienes que educar.
7) Hay cosas que tendrás que decidir por ti mismo (antes lo hacía la mamá/papá o entre los dos) y otras que tendrán que seguir decidiendo juntos. Prepárate para ambos casos.
8) No presentes a la nueva pareja de inmediato, espera un tiempo pertinente para involucrarla con tus hijos. Un tiempo pertinente trata de meses no de 8 días.

9) Tendrás que aprender a hacer las cosas que tu ex hacía: desde preparar la cena (y averiguar qué les gusta comer) hasta ir de compras y elegir outfits, o cambiar focos o llamar al plomero.
10) No te descuides física ni emocionalmente: si tú estás bien, tus hijos lo estarán.
11) Llega a acuerdos económicos con tu ex, ya sea a través de abogados o simplemente hablándolo. Ambos padres aportarán algo en la crianza de los hijos, así que habrá que dejarlo clarísimo desde el principio del divorcio.
12) Creen rituales con tus hijos, ya sea leer juntos la saga de Harry Potter o terminar el video juego juntos, que eso sea sólo de ustedes.
13) Ayuda en las tareas escolares. Si vives con ellos no te quedará de otra, pero si no, también diles que pueden hablarte o bien, realizar proyectos de la escuela juntos.
14) Hazles sentir que siempre estarás ahí: no importa la hora ni las circunstancias.

Que se sientan cómodos de llamarte y acudir a ti si lo necesitan.

15) Arma un grupo de apoyo de ser necesario: tus vecinos con hijos de la misma edad, por ejemplo, serán perfectos. ¡El punto es que no te sientas solo en esta aventura!

La vida sí cambia después del divorcio pero es un trabajo diario que tu relación con tus hijos se adapte a estas nuevas circunstancias. ¡Sí se puede!