¿Cómo cambia el cuerpo de mamá?
Por Cris Mendoza
La primera vez que vi un cuerpo de mamá recién parida me asusté. Nada que ver con las imágenes de revista y de anuncios. Mi amiga tenía los pies y piernas más hinchadas que había visto en mi vida. Era como un globito que se paraba pesadamente junto a su beba recién nacida.
Así que esa era la realidad.
En la entrevista que tuvimos con Ada Carrillo sobre “desmitificar la maternidad” ella misma cuenta que ingenuamente pensó que iba a salir del hospital con la ropa que usaba antes de estar embarazada y… bueno, nada que ver. El pequeño Iam era una bolita pequeña que no se había llevado casi kilos e hinchazón. Ella misma nos cuenta que pasa alrededor de un año para que los órganos vuelvan a su lugar.
Así que no te preocupes si a ti te ha pasado (o pasará) lo mismo. Te tengo noticias: eres humana y real.
Cambios en el cuerpo de mamá
Los expertos opinan que después de parir tu cuerpo de mamá tendrá el mismo volumen (llamémosle así) que cuando tenías 6 meses de embarazo. Tomará más de un mes para que tu útero vuelva a tu tamaño normal y todo lo que mencionamos arriba.
Tu piel habrá cambiado y qué decir de tu cabello. Prepárate, el palazo del embarazo podría caerse por montones. Es normal, pero si te sientes mal, acércate a tu médico y pídele algún complemento alimenticio. Para la piel…bueno, el punto era prevenir pero ante el estiramiento tal que tuviste en el estómago, es imposible que quedes sin estrías si te salieron. Tendrás que aprender a amar tu piel tal como es ahora.
Sangrado y dolores
En Bebé Momentum impresa siempre hablamos de los sangrados que tendrás por hasta dos semanas. Está muy bien que utilices toallas de incontinencia y, por favor, desecha la idea de tampones. Deja que tu cuerpo saque todo eso que ya no necesita, dale tiempo. Como tu cuerpo de mamá está cambiando, también podrías tener cólicos o algo muy similar, digamos que te estás desinflamando y es como te sientes en la menstruación.
Toma en cuenta que si tuviste cesárea tu recuperación será más complicada, ya que además de estar recurando su espacio, forma y lugar, estás sanando de una herida fuerte.
Recuerda que podría pasar tiempo para que vuelvas a tu talla pre-embarazo. El chiste es que estés sana, al igual que tu bebé. Aliméntate bien, no comas de más, bebe mucho agua (para lactar) y haz ejercicio. Caminar en ratos de 20 minutos harán toda una diferencia para que tu cuerpo de mamá sea justo como tú deseas.