Cárgalo con un rebozo
Por: Guadalupe Trueba, Revista Bebé ed. 33
Un poco de historia
¿Sabías que el rebozo ha sido utilizado en México por las parteras tradicionales desde tiempos ancestrales? El rebozo ha sido un artículo muy importante para reconfortar a la embarazada cuando siente dolor o incomodidad y para “acomodarle” al bebé con el fin de lograr un parto más fácil.
En los libros que narran la Historia de la Conquista, se habla de la partera o Ticitl, y de la manera como atendía a las mujeres durante el embarazo y el parto. También narran cómo la Ticitl utilizaba los baños de Temascal (que está ahora de moda entre los Spas más elegantes y sofisticados) como una medida terapéutica en las mujeres antes y después del parto.
Es triste saber que hemos perdido muchas tradiciones y la sabiduría que encierran… Por ejemplo… ¿has probado cargarlo con un rebozo para cargar a tu bebé?
Las ventajas de cargar al bebé con rebozo
En nuestra cultura, el rebozo es el medio para cargar al bebé mientras la madre realiza múltiples tareas de la vida cotidiana. Esto favorece la relación afectiva y la interacción entre mamá y bebé. El infante cargado con rebozo, está en contacto con su madre. Duerme, se amamanta y socializa con lo que le rodea. El rebozo le ofrece un nido maravilloso. El bebé, cargado con la ayuda del rebozo, queda cerca del pecho de su madre, estando así a una distancia ideal para el contacto visual y además tiene acceso al seno para amamantar. El rebozo, además, ofrece un apoyo correcto para su cabeza y su columna vertebral.
Algunos estudios de investigación han comprobado que los bebés cargados por sus madres con rebozo tienen un mejor desarrollo neurológico, que los que son colocados en carreolas o en sillas de plástico. Es lógico que el bebé que está en contacto con el cuerpo de su madre durante más tiempo, perciba sus movimientos, sienta su cercanía y su calor; esté más cómodo, tienda a llorar menos y se encuentre más tranquilo y seguro.
Un bebé sostenido en brazos con la ayuda del rebozo, se mueve como una unidad con la madre. Los brazos maternos pueden quedar libres para realizar muchas otras tareas o cuidar de otros hijos. Es mejor que el bebé nos indique calmadamente cuándo se ha cansado de estar en brazos, en lugar de llorar para que lo carguen.
Los bebés cargados en brazos
Cuando a los niños se les acostumbra a ser confortados por personas y no por cosas, las relaciones familiares tienden a mantenerse más simples. Los bebés cargados en brazos están casi siempre en un estado alerta tranquilo, observan su entorno desde un lugar seguro (los brazos de sus padres).
Los bebés necesitan establecer un lazo afectivo adecuado con al menos una persona, de preferencia su propia madre. El apego materno-infantil es primordial y es el fundamento de todas las relaciones futuras. La lactancia materna, el contacto físico continuo y ser cargado cerca del cuerpo materno, son acciones necesarias para que el bebé desarrolle un óptimo sistema inmunológico. Promueve además el bienestar a largo plazo del bebé y su madre. Cargar al bebé en brazos o tenerlo en contacto con el cuerpo durante el día, como ocurre si lo cargamos en el rebozo, provee de constante movimiento, lo que ayuda al desarrollo del cerebro, así como de contacto físico, lo que da seguridad y confort esencial para el apego entre la mamá y su bebé.
Para apoyar el lazo afectivo entre los padres y sus bebés, se debe evitar el abuso de sustitutos del contacto humano, como carreolas, sillas para bebé, cunas, chupones, botellas y juguetes de peluche. Cargar a los infantes en los brazos, o con cangureras o rebozos (excepto cuando desean ser puestos en el suelo para gatear o caminar), es esencial para la estimulación vestibular (del oído interno) y un desarrollo óptimo del sistema nervioso central. El famoso “baby sling” que se vende en los Estados Unidos no es otra cosa que un artículo inspirado en nuestro tradicional rebozo.
Así pues, podemos usar hermosos rebozos en la tarea de cuidar a nuestros bebés mediante un contacto amoroso al tenerlo cerca de nosotras. Además de que esta prenda es muy bonita y viste a las mamás, haciéndolas verse elegantes y a la moda.
¿De qué otra forma podemos aprovechar el rebozo?
Para amamantarlo
El recién nacido, amamantado a libre demanda (cada vez que el bebé manifiesta que tiene hambre), come entre 8 y 12 veces en 24 horas. Sí, prácticamente pasamos el día y la noche ofreciéndole el mejor alimento que la naturaleza ha diseñado para él. Pero esto implica un cansancio que no podemos negar. Así que, si la madre se coloca al bebé al pecho con la ayuda del rebozo, se cansará mucho menos, porque el rebozo sostiene la mayor parte de su peso mientras lo tenemos en brazos.
Para darle un masaje
Con un rebozo también puedes realizar algunas actividades de estimulación para el bebé, como sería darle masaje. Extiende el rebozo sobre una cama y coloca al bebé sobre éste. Toma los extremos del rebozo y tira suavemente para mecer a tu bebito de un lado al otro. Con el rebozo le estarás dando un rico masaje en su cabeza, cuello, espalda y nalguitas.