Desmayos y Convulsiones Febriles
Por: Dr. Jaime Cortina
- Las convulsiones febriles son fenómenos muy impresionantes, aunque la mayor parte de las veces no graves, inducidas por una temperatura elevada de 39oC. La condición afecta a uno de cada 30 niños entre los seis meses y los tres años.
- Una convulsión es un acontecimiento en el que existe una alteración repentina de la función neurológica habitualmente asociado a una descarga neuronal anormal.
- Las convulsiones febriles son crisis convulsivas asociadas a fiebre, cuando no hay otras causas que podamos demostrar como meningitis o encefalitis.
- Las convulsiones febriles ocurren generalmente entre los seis meses y los tres años de edad, aunque pueden observarse hasta los cinco años de edad. En los antecedentes de los niños que suelen tener estas crisis existe predisposición genética entre el 10 al 20% de los familiares afectados por algún proceso convulsivo incluyendo reacciones febriles.
- Las crisis convulsivas aparecen durante una infección ya sea viral o bacteriana, cuando la temperatura sube rápidamente
¿Cuál es la causa de las convulsiones?
El sistema nervioso de los niños pequeños es inmaduro , así que no se adapta a los cambios de temperatura corporal, sobre todo cuando sube rápidamente y produce la convulsión que generalmente dura aproximadamente de 1 a 2 minutos, aunque a los familiares les parezcan una eternidad.
Manifestaciones de una convulsión por fiebre
- Perdida de la conciencia.
- Los miembros se ponen rígidos o flojos y quizás dejen de respirar un momento.
- Pierden el control de esfínteres por lo que pueden evacuar o orinarse sin sentirlo.
- Sacudidas de los miembros, espuma en la boca y los ojos se van hacia atrás.
- Cuando el niño recupera la conciencia está confundido e irritable y duerme varias horas.
- Alrededor del 15% de los niños repiten otra convulsión en la misma enfermedad.
- Aunque las convulsiones febriles son muy alarmantes, no son dañinas.
- Generalmente los niños superan estas crisis entre los tres y los cinco años.
- Casi nunca dejan secuelas.
Cuando los niños tiemblan por calentura, se ponen fríos de manos y pies, no necesariamente tienen convulsiones, los cuadros convulsivos son muy diferentes a los temblores que vienen cuando hay fiebre: un cuadro febril se inicia con escalofríos, el niño tiembla de brazos y piernas, las palmas de las manos, las plantas de los pies y alrededor de la boca se ponen fríos con un color azulado, para luego desaparecer cuando la fiebre se estabiliza.
¿Qué hacer en caso de convulsiones febriles?
Si tu hijo tiene fiebre muy alta 39°C o más :
- Dale un antitérmico, como paracetamol, o Ibuprofen, nunca uses pirazolonas, ni ácido acetilsalicílico.
- Quítale el exceso de ropa: suéteres, chales, cobijas, etcétera.
- Frótalo con una toalla humedecida en agua tibia (NO FRIA).
- Si tiene una convulsión quédate a su lado, colócalo en un lugar donde no se vaya a golpear.
- Tranquilízalo cuando haya pasado la convulsión.
- Si es la primera vez que convulsiona llévalo a urgencias del hospital para una valoración completa y descartar infecciones del sistema nervioso o bien alguna infección urinaria.
- Tu Pediatra te dará las instrucciones sobre qué hacer en caso de repetirse, y quizás prescriba algún medicamento anticonvulsivo.
- En casos graves busca ayuda para trasladarlo a un centro de urgencias, ya sea en ambulancia o en otro medio. Si la convulsión dura más de 5 minutos, o si después de 15 minutos de administrar el medicamento tiene una crisis tras otra.
En caso de sufrir desmayos frecuentes y perder el conocimiento
Es importante hacer una diferenciación entre convulsiones y desmayos o desvanecimientos, los cuales se deben a la falta en el aporte sanguíneo al cerebro que causa una perdida momentánea de la conciencia. Esto se produce por estar demasiado tiempo de pie, estar en un espacio cerrado, hipoglucemia o sufrir ansiedad que produce hiperventilación. El niño empieza a ponerse pálido, suda frío y presenta mareos y nauseas. Pierde el conocimiento aunque escucha todo lo que está a su alrededor, no hay convulsiones y generalmente dura pocos minutos.
- Frente a un caso de desmayo sigue estas medidas:
- Si el niño siente que se va a desmayar, acuéstalo con la piernas elevadas sobre varios cojines para aumentar el flujo de sangre al cerebro.
- Abre las ventanas para que entre aire fresco.
- Aflójale la ropa y háblale tranquilamente sin angustiarte.
- En ciertas ocasiones funciona ofrecerle un dulce o un refresco que contenga azúcar, ya que en muchas ocasiones este tipo de desmayos se presenta por la baja de glucosa en la sangre.
- Si no está totalmente consciente no le des comida ni bebida.
- Si pierde la conciencia acuéstalo hasta que se recupere.
- Si no se recupera en cinco minutos consigue ayuda médica o trasládalo a emergencias de un hospital.
- Si se desmaya frecuentemente debes recurrir a un médico para un estudio integral.