El cerebro del bebé no se detiene
¿Alguna vez te has preguntado cómo aprendemos? En el cerebro tienen lugar infinidad de conexiones entre neuronas, las cuales le dan la capacidad de realizar miles de comandos y órdenes que deben ser obedecidas por los demás órganos. Desde que tu bebé está dentro del útero, su cerebro trabaja día y noche sin detenerse ni un instante para encargarse de que cada una de las conductas orgánicas y mentales del pequeño sea precisa. En el cerebro se almacenan todos los datos importantes que con el tiempo van a formar su personalidad.
¿Cómo se conecta el cerebro?
El término “conexiones neuronales” suena complicado, pero es uno de los puntos clave para el desarrollo de cualquier tipo de aprendizaje.
Imagina que el cerebro es un parque de béisbol, en donde hay varios jugadores intentando batear una pelota y recorrer todas las bases hasta llegar a anotar una carrera y ganar el partido. Los jugadores son neuronas que tienen que trabajar en equipo para crear una serie de conexiones y obtener aprendizaje a corto y largo plazo. Al iniciar el partido, un nuevo aprendizaje es bateado por una neurona, y ésta tiene que correr a la siguiente base en donde está otra neurona que pasa el conocimiento. De esta manera se van pasando la información base por base y neurona por neurona hasta lograr una carrera, que en este caso sirve para crear una serie de conexiones neuronales. Al formar circuitos, se van uniendo miles de redes, una por una, que transportarán información dentro del cerebro.
Así como en el béisbol, se requiere mucho trabajo en equipo para ganar el partido. Si no hay suficientes redes o conexiones neuronales, la capacidad de aprendizaje será limitada. En tus manos está ayudar a tu bebé para que su cerebro forme miles y miles de conexiones.
Cómo optimizar el potencial de tu hijo
Primer paso. Desde que tu bebé está en el útero percibe todas tus emociones, tanto buenas como malas, ya que en esta etapa tú eres su canal de aprendizaje. Éste es el momento justo para que platiques con él, y para que disfrutes junto con tu pareja cada momento de su desarrollo.
Segundo paso. Háblale desde el primer minuto que esté en tus brazos y explícale todo lo que le estás haciendo. Por ejemplo: “Andrea, te voy a cambiar el pañal y después te voy a quitar tu ropa para bañarte”.
Tercer paso. Trata siempre de poner énfasis en los acontecimientos nuevos, desde cosas u objetos desconocidos hasta situaciones que tu bebé nunca había vivido.
Cuarto paso. Conforme evolucione su vida escolar, busca e identifica los temas que más le agraden a tu hijo. Motívalo a buscar cosas diferentes de las que ve en la escuela. Trata con sutileza las materias que se le dificulten y nunca lo presiones si algo sale mal; mejor busca la manera de que se interese por esas materias que le cuestan trabajo.
Quinto paso. Motiva a tu pequeño hacia la lectura, las actividades culturales y las obras de caridad: éstas le darán a su formación y aprendizaje una perspectiva diferente y divertida. Encuentra nuevas alternativas para quitarle la atención por la televisión y por los juegos de video.
Sexto paso. El deporte es muy importante para que las conexiones neuronales ocurran con mayor rapidez. Fomenta el deporte, pues además de ser un excelente hábito, ayudarás a establecer miles de conexiones dentro de su cerebro, lo que le permitirá optimizar su madurez neuronal, al tiempo que te diviertes y disfrutas su desarrollo.
Actividades perceptivo-cognitivas para optimizar el desarrollo intelectual
0-6 meses
Coloca figuras negras sobre fondos blancos en ambos lados de la cuna del bebé para favorecer el seguimiento visual y el reconocimiento de la figura y el fondo. Cuando compres juguetes escoge aquellos de colores primarios: rojo, verde, azul y amarillo, para ejercitar su memoria visual. Háblale y cántale durante el día para favorecer la estimulación auditiva y la unión de nexos afectivos, y coloca a tu bebé en diferentes posturas para impulsar el movimiento y el autoconocimiento. Por último, muéstrale sus manos y sus pies al tiempo que le dices qué son y dónde están, para promover la identificación.
6-12 meses
La búsqueda de objetos conecta varios sectores neuronales, por lo que el juego de esconder cosas y buscarlas es muy eficiente. Muéstrale objetos que llamen su atención y después escóndelos, y deja que se arrastre o quite obstáculos para encontrarlos. Realiza otras actividades didácticas y divertidas, como meter diferentes figuras de colores primarios en un bote transparente de plástico. Cierra después el bote y deja que tu bebé descubra cómo las puede sacar.
1-2 años
La construcción de torres con cubos de madera o de plástico permitirá que tu bebé empiece a planear y a conceptualizar forma, figura y espacio, al tiempo que trabajará su coordinación motriz fina. Para fomentar su capacidad de atención y concentración, ayúdalo en un principio a formar torres con dos cubos, y permítele después hacerlo solo hasta que logre formar filas, torres o trenes más largos. Será una experiencia muy divertida. También puedes empezar con la discriminación de figuras geométricas y con la identificación de personas conocidas en fotografía para ejercitar su memoria y su atención.
2-3 años
El uso de rompecabezas y laberintos representa retos y triunfos para tu hijo. Empieza por los más sencillos y conforme veas que se va interesando y teniendo éxito, eleva el grado de dificultad. Los rompecabezas optimizan la capacidad visual, motora y de atención.
3-4 años
Puedes empezar a utilizar tijeras pequeñas, de punta redonda. En caso de que tu hijo sea zurdo, busca las tijeras apropiadas para él, pues de lo contrario se convertirá en una actividad aburrida en lugar de divertida. Traza líneas de colores para que tu hijo las siga con la tijera, empieza por líneas rectas y después sube el grado de dificultad poniendo líneas curvas o con picos muy altos, lo que fomentará su capacidad de atención, de concentración y de seguimiento visual.
4-5 años
Las actividades físicas son necesarias para el buen desarrollo intelectual de los niños, ya que oxigenan el cerebro. Trata de que tu hijo haga ejercicio por lo menos dos días a la semana, y verás que cuando necesite poner atención en alguna actividad nueva lo logrará con mayor facilidad.
5-6 años
En esta etapa podrás optimizar y mejorar las cualidades de tu hijo mediante juegos impresos, como buscar objetos en las páginas llenas de imágenes; o con los laberintos, al encontrar el camino que llega hasta la casa; o mediante la elaboración de pequeños crucigramas usando siempre palabras cotidianas; o al completar frases y contar cuentos al azar. A esta edad algunos niños ya saben leer. Por ello, busca lecturas adecuadas para su edad y motívalo para que termine de leer el libro que comenzó. La lectura por placer da a los niños (y a los adultos) una gran capacidad de almacenamiento de datos y desarrollo de su imaginación.
Estimulación y aprendizaje
El aprendizaje es una de las herramientas más valiosas e importantes que un padre puede darle a sus hijos. Siempre vamos a buscar las mejores opciones y oportunidades para que nuestros hijos triunfen en la vida, por eso debemos inculcar en nuestros pequeños lo maravilloso que es aprender a aprender. A través de diferentes formas de estimulación podemos enseñarles a escuchar, a observar y a recordar las cosas importantes de la vida. Nunca debemos castigar a nuestro pequeño si no contesta bien alguna pregunta o no saca buenas calificaciones en matemáticas: al contrario, hay que buscar la manera en que se pueda sentir interesado por adquirir nuevos conocimientos.
La música y el desarrollo intelectual
La música juega un papel esencial en el desarrollo infantil, ya que favorece el desarrollo del lenguaje, el ritmo, la conducta, la coordinación, la discriminación, la sensibilidad y la inteligencia. La música les da a los niños una serie de opciones para desarrollar diferentes áreas, principalmente la auditiva y la cognitiva. Es una disciplina que forma hábitos de atención y concentración.
Apoya el desarrollo de las facultades de tu bebé desde pequeño. Incorpora juegos con ritmos, sonidos e instrumentos, desde un cascabel hasta una pequeña trompeta, y conforme vaya creciendo llévalo a clases de canto o que aprenda a tocar algún instrumento. Los más recomendados son el piano, el violín, la trompeta, la flauta y la batería.