Sí, es una maravilla, pero ser mamá no siempre es como te lo pintan en las revistas y películas. Ada Carrillo, experta en Bienestar, nos compartió su experiencia de ser mamá. “Tendrás que entender que el proceso de un bebé es su proceso”, es decir, tú prestas tu cuerpo, nos cuenta.

Ser mamá primeriza

1) Los primeros tres meses de embarazo son de mucha confrontación. Puede ser que tengas unas náuseas terribles, que sea el momento para que te caiga el veinte que serás mamá, que tu vida actual ya no te hace del todo feliz…

2) Te faltará paciencia porque estarás muy cansada, porque llegará el punto en el que estés agarrándole la onda a cada cosa, desde lactar hasta quién ese chiquito… y puede llegar el momento en que grites “¡me quiero bajaaar!”.  Necesitas dormir. La cuarentena puede ser muy fuerte para la mamá: “el bebé nace pero también la mamá nace”, dice Ada.

3) Los brotes de crecimiento: “cada determinado tiempo los bebés cambian sus necesidades de alimentación y de, literal, mamar, porque su crecimiento está ajustándose, entonces necesitan más comida y que la leche de la mamá se modifique y produzca más. Esto se da por estimulación y va a querer estar pegado todo el día a tu bubi”,

Una recomendación para ayudarte a ser mamá es “Parir sin miedo”, es un libro que habla que cuando el cuerpo siente miedo, segrega sustancias para no morir y entonces ocurre el dolor. Este tipo de literatura te hará entender mejor el proceso que vives.