El sentido del humor como herramienta familiar
La risa tiene un enorme poder en la dinámica familiar: suaviza las situaciones difíciles, alivia la rivalidad entre hermanos, ofrece una manera alternativa de decir “no”, fomenta la cooperación y puede ser utilizada como una efectiva herramienta de disciplina. Su mayor atractivo, sin embargo, es la capacidad que tiene para producir bienestar, mostrarnos que las cosas no son tan graves como en ocasiones aparentan, y recordarnos que el proceso de educar puede ser gozoso y disfrutable. He aquí algunas de la razones por la que el humor facilita la comunicación de los padres hacia los hijos:
- El humor sorprende. Un chiste toma al niño por sorpresa y provoca atención instantánea. Puede terminar con las luchas de poder antes de que comiencen, y hace que nuestros hijos escuchen y entiendan cuando todo lo que se ha intentado parece inefectivo.
- El humor logra cooperación. En vez de usar la voz de sargento una vez más, intenta una forma cómica o divertida para decir “recoge tu cuarto” o “haz tu tarea”. Algunos padres han obtenido resultados utilizando estrategias como pegar una nota en el juguete diciendo “Pasé toda la noche en el piso y tengo frío. Por favor, guárdame en mi cómodo y calientito cajón”.
- El humor desarma. ¿Cuántas veces tus hijos han roto tu resistencia o evadido un regaño con una respuesta ingeniosa? Utiliza la misma técnica. El humor –en ocasiones- puede ayudar a cambiar la actitud de un niño enfurecido.
Los beneficios del humor
Los niños no sólo disfrutan riendo, también se benefician de ello. Los investigadores han encontrado que los maestros que utilizan el humor para incrementar la atención de los niños, promueven de este modo su habilidad para el pensamiento crítico. Los estudios también indican que los niños que muestran sentido del humor tienden a ser populares y seguros de sí mismos.
Los niños se dan cuenta muy temprano en la vida que haciendo reír logran cosas positivas: pueden obtener lo que desean, derrumbar barreras y librarse de regaños inminentes. Muchos niños utilizan el humor para lidiar contratiempos, problemas familiares y enfermedades. Los médicos y enfermeras que atienden a niños con enfermedades serias han observado cómo éstos hacen bromas para distanciarse de su difícil realidad. Si los padres se molestan cuando los niños intentan ser graciosos, podrían mancillar su deseo de reírse y hacer reír a los demás.
Adivina adivinador…
Los niños pequeños se deleitan especialmente con el humor relativo a la torpeza física –como caídas y golpes accidentales-, que reflejan sus propios intentos de dominar sus movimientos. Más tarde viene el placer por hacer adivinanzas, o “pre-adivinanzas” (un niño de 4 o 5 años tiene la habilidad de aprender la forma de una adivinanza o chiste antes de entender su sentido). El padre, o adivinador, tiene la obligación de reírse, aunque sea sólo por el placer que produce en el niño. A medida que crece, el niño comienza a apreciar los juegos de palabras y dobles sentidos. Adoran las adivinanzas, pues les proporcionan una sensación de control; ellos conocen la respuesta mientras que su público la ignora.
Algo no chistoso
Los padres generalmente encuentran ofensivo e incluso irracional el gusto de los niños por las bromas relativas a las funciones corporales. La primera razón –y la más sencilla- por la que los niños gustan de ellas, es que tienen un sonido absurdo y repetitivo. Los niños perciben que existe cierto tabú alrededor de estas palabras, por lo que les resulta emocionante pronunciarlas. Por lo general, se aconseja ignorar este tipo de lenguaje. Si reaccionas con enojo, tu hijo verá que utilizándolo invariablemente logra tu atención y entonces las repetirá aún más. Puedes tratar de limitar este tipo de lenguaje prohibiéndole en público.
Cómo hacer reír
Jugar con la realidad y reorganizarla es un deseo innato en los niños. No corrijas a tu hijo cuando él trastoque la realidad con un fin humorístico, por el contrario, síguele la corriente con el fin de fomentar su imaginación y creatividad.
Suavizar una situación por medio del humor es una forma de utilizar un escape emocional positivo, y es una habilidad valiosa para toda la vida. Foméntala. Abre espacios en casa para el humor: Coloca objetos graciosos, léeles cuentos simpáticos y enséñales recitaciones y canciones ingeniosas. Pero desecha la idea de que debe convertirse en un comediante. Más bien, utiliza el humor en la vida cotidiana.
Nota el lado gracioso de las situaciones diarias, responde con alegría a los intentos del niño de hacerte reír, y anímalo a utilizar el humor para lidiar con situaciones difíciles. Si puede reírse de sus propios errores, es probable que él aprenda a sobrevivir a los contratiempos conservando intacta su capacidad para reírse de sí mismo y de lo que ocurre a su alrededor.
Sentido común para el sentido del humor
- Algunas situaciones requieren seriedad completa por parte de los padres, para que los niños capten la gravedad de las consecuencias, por ejemplo, las conductas potencialmente peligrosas.
- No confundas el humor con el sarcasmo; utilizarlo para dirigirse a los niños puede humillarlos o dañar su autoestima.
- El padre debe establecer un límite entre bromas bien intencionadas y burlas entre hermanos, promoviendo la sensibilidad hacia los sentimientos ajenos.
- Aclara que no se permiten las bromas que denigren a ningún miembro de la familia.