¡Mi hijo no me hace caso!
Llega una edad del pequeño en la que “no me hace caso”, parece que hablamos en otro idioma o que el niño se ha quedado sordo. Puede ser desesperante.
¿Cuáles son las razones por las que no me hace caso?
El niño comienza a saber que “no” es no. Y si se lo dicen todo el tiempo, ¿por qué él no habría de hacerlo? Además de eso, están aprendiendo a disfrutar ciertas acciones y ¡las disfrutan! Por eso quizá parece que no nos escuchan cuando decimos que dejen algo para hacer otra cosa: ¡están ocupados disfrutándolo!
La capacidad de reacción del niño de 3 años, por ejemplo, no es igual que la de uno de 7. Tenemos que darle tiempo.
También hay una trampa: el desarrollo del niño nos hace suponer que está listo para realizar tareas más complicadas cuando quizá no sea del todo cierto aún.
Tips para tener su atención
- Asegúrate que te escucha.
- Asegúrate que sabe que le estás hablando a él.
- Sé clara con las indicaciones.
- Las primeras veces, ayúdalo o acompáñalo para que sepa qué esperas que haga.
- Muéstrale físicamente que esperas de él.
- Ayúdate de canciones o hasta de un títere para hacer creativa y que no perciba las órdenes como algo tedioso y aburrido (¡espérate a la adolescencia!).
Como verás con mucha paciencia sí podemos transitar por esa etapa en la que “mi hijo no me hace caso”. Recuerda que hay maneras amorosas de imponer disciplina, no las descartes.