Identificación de la inteligencia
Una teoría describe inteligencias múltiples. Establece que la gente tiene diferentes habilidades:
- lógica, matemáticas y lenguaje,
- espaciales-visuales,
- musicales,
- corporales,
- interpersonales (interacción con otros) e
- intrapersonales (entenderse a sí mismo).
Otras se concentran en la inteligencia emocional. Ésta evalúa la capacidad de percibir y expresar emoción, de restringir los sentimientos negativos como el enojo y promover los positivos como la confianza.
El coeficiente intelectual (IQ por sus siglas en inglés) tradicional sigue siendo la piedra angular para medir la inteligencia. “El IQ ha sufrido varios ataques en las últimas décadas, pero sigue en pie”, señala el Dr. Christopher Sletten, psicólogo de la Clínica Mayo.
El Dr. Sletten define al IQ como “el concepto de habilidades verbales y espaciales que se conjuntan para afectar su capacidad de interactuar con el medio”, pero, subraya, la inteligencia por sí sola no equivale al éxito. La memoria de una persona y su capacidad de aprender y de interactuar socialmente también son importantes.
Cuando se evalúa la inteligencia —la propia, la de un colaborador o la de tu hijo— es importante reconocer las diferentes áreas de fuerza, incluyendo ambos tipos de habilidades, las verbales y las no verbales.
Incrementa al máximo el potencial de tus hijos exponiéndolos a un amplio rango de experiencias, como actividades de matemáticas, artísticas y musicales. Incluso para los niños con facilidad en un área, son de utilidad otros tipos de experiencias, ya que estimulan zonas múltiples del cerebro y refuerzan las habilidades sociales.