En nuestra cultura mexicana no es fácil decir que no. Nos enseñan a ser muy complacientes y repetimos esto con los niños. Entre tanta teoría de crianza que pulula en las redes sociales nos confundimos y a veces ya no sabemos cómo decir que no.

¿Aprendimos a decir siempre que sí y ahora no sabemos cómo poner límites? Nos sentimos mal educadas pero tenemos que hacerlo, ni modo.

Maneras decir que no

• Manda mensajes claros, aunque te sientas culpable. Es decir, “prefiero que no lo hagas, pero veremos”. ¿Eso es sí o no? “En esta ocasión no es posible” es mucho más contundente.
• Sé firme: no es necesario que repitas el NO tantas veces, con una vez es suficiente, ¡si lo dices en serio! Es cierto lo que dicen las abuelas: “nos toman la medida”. Si saben que cedemos a los berrinches, ya perdimos.
• Da razones. Algunos pequeños necesitan entender el porqué de las cosas, así que explica.

• Para no repetir tantas veces “no”, di cuándo sí. Expertos ponen este ejemplo: “Mamá, quiero ver la tele”, dice tu hijo. Tu respuesta positiva sería: “En cuanto termines la tarea”. Así quedará todo claro, sin necesidad de negarte. Otra forma es dejarlo escoger: “Mamá, quiero desayunar cereal”, “Ok, puedes elegir una de estas opciones” (las más saludables).
• Pregúntales por qué quieren o dicen tal cosa. Induce el diálogo para que te expliquen qué quieren y por qué y entonces, lleguen a acuerdos. Un súper tip es hacerlos sentir mayores y que ya son responsables, así, como niño grande, puede decidir ciertas cosas y entender por qué se hacen las cosas de tal manera.

Recuerda que la mejor manera de enseñar es con el ejemplo, muchas veces no tendrás que decir que no cuando los pequeños vean qué sí.