Reduce el riesgo de cáncer
Fuente: CLÍNICA MAYO, Revista Bebé, edición 32
Aunque algunos factores de riesgo de cáncer (como el historial familiar) no pueden modificarse, otros factores (como los que se basan en el estilo de vida) sí pueden controlarse. De hecho, cerca de un tercio de las muertes por cáncer se relacionan con factores del estilo de vida.
Disminuye el riesgo de cáncer con estas recomendaciones.
- Deja de fumar. El tabaquismo es causa de más de 85% de los cánceres de pulmón y de por lo menos 30% de todas las muertes por cáncer. También está asociado con el cáncer en boca, cuerdas vocales (laringe), esófago, páncreas, cérvix, riñón y vejiga, entre otros.
- Aléjate de los fumadores. Cada año mueren cerca de 3,000 adultos no fumadores debido al cáncer pulmonar resultante de respirar el humo de segunda mano.
- Protege tu piel. Casi todos los cánceres de la piel son el resultado de la exposición excesiva a la luz ultravioleta, que se encuentra en los rayos solares y las camas de bronceado. Evita exponerte al sol del mediodía (de las 10 a.m. a las 4 p.m.). Cuando salgas al sol, usa sombrero, anteojos oscuros y filtro solar con factor de protección solar (SPF por sus siglas en inglés) de 15 o más.
- Come verduras. La buena nutrición en forma de una dieta rica en fibra y pobre en grasas, se ha asociado con una reducción en el riesgo de cáncer. Come diariamente cinco o más raciones de frutas y verduras.
- Limita el alcohol. Beber en exceso —más de dos raciones al día— incrementa el riesgo de cáncer en boca, laringe, esófago, hígado y mama.
- Se activo. La inactividad está asociada con un aumento en el riesgo de cáncer de colon y de mama. Realiza por lo menos 30 minutos de actividad moderada la mayoría de los días.
- Mantén tu peso ideal. La obesidad se ha asociado con el cáncer de colon, mama y endometrio.
- Ten cuidado con las toxinas ambientales. La exposición a toxinas (como el asbesto), ciertas sustancias químicas (como el cadmio) y ciertos tipos de radiación (como las del radón) incrementan el riesgo de cáncer.
Conoce tu historial familiar. Éste puede influir sobre cuándo programar las pruebas de rutina para detectar cáncer.