Embarazo y emociones
Durante el embarazo se crean vínculos muy fuertes entre mamá y bebé, por eso tus emociones, preocupaciones y alegrías influyen directamente en tu bebé.
Por: Laura Espinosa
Cuando tu hijo está dentro de tu vientre participa de tus emociones, tanto de las positivas como de las negativas. Debes tratarlo con mucha dulzura y cariño desde el momento que ha sido concebido.
Estrés vs Tranquilidad
Estando en tu interior, el bebé siente cuando estás contenta, alegre y también cuando te encuentras triste y preocupada. Cuando estás mal, angustiada, estresada, tu organismo, concretamente las glándulas suprarrenales, producen unas hormonas denominadas catecolaminas para hacer frente a la situación. Esas hormonas pasan la barrera placentaria e inundan al bebé, y así es como siente esas emociones.
Los adultos hemos aprendido ciertas conductas de defensa ante estas situaciones, como respirar profundamente, etcétera, pero ellos no aún. Por eso, la sensación les dura más tiempo. El estrés en las mamás es perjudicial para el bebé y es una de las causas de nacimiento prematuro.
Por el contrario, cuando te sientes muy bien, alegre, contenta, satisfecha y positiva, tu cerebro libera otras hormonas denominadas endorfinas, también llamadas hormonas de la felicidad y éstas le llegan al bebé a través de la placenta.
Si vives con frecuencia esos estados de plenitud, el bebé lo inscribe en su memoria celular y a lo largo de su vida buscará vivir esos momentos y será mucho más feliz.
Obviamente, no puedes estar todo el día feliz, todos tenemos problemas y a veces ocurren cosas inesperadas que no puedes controlar; hay muchas situaciones difíciles en la vida, está claro, pero es importante que se lo comuniques, que le hables, que le cuentes lo que te pasa y sobretodo, asegurarle de que tu estado no es por él, sino por las circunstancias por las que estás pasando. Con esto el va aprendiendo que la vida tiene sus momentos difíciles, pero se sentirá amado por encima de todo y así tendrá un mayor impulso y fuerza al pasar por los obstáculos. Quizá te sientas rara, porque parece que hablas sola, pero no es así. Al hablarle a tu bebé estás creando un vínculo de comunicación.
Intuición e imaginación
Durante la gestación se potencian dos facultades muy importantes a las que casi no damos importancia: la intuición y la imaginación.
La intuición es una facultad superior de la mente que nos permite captar los hechos con mayor claridad y rapidez, pero no tiene nada que ver con los presentimientos. La intuición nos ayuda a comunicarnos profundamente con nuestro bebé, nos llegarán sus mensajes de forma clara y para desarrollar esa comunicación será muy importante el silencio y la paz interior.
Por otro lado, la imaginación es una cualidad extraordinaria que podemos explotar en el embarazo. Desarrolla tu imaginación para manifestar sensaciones positivas a tu bebé; te puedes concentrar en las cualidades del ser humano: en el amor, la belleza, la inteligencia, la bondad, la armonía, la salud, la tolerancia, la compasión, la paz… y pensar en tu hijo manifestando esas cualidades a lo largo de su vida.
Puedes imaginarlo en diferentes etapas de su vida. Un bebé despierto, un niño lleno de vitalidad, un adolescente inteligente, activo, equilibrado, abierto y un adulto responsable, libre y creativo.
Los efectos de la imaginación influyen en gran medida en nuestro estado emocional. Así como puedes imaginar a tu hijo ya grande, incluso graduándose, también puedes imaginar cosas que provocan imágenes negativas. La misma sensación se produce en el bebé cuando está dentro de la mamá. Por eso es muy importante tener pensamientos e imágenes positivas, ya que estás dan fuerza y estructura a nuestros hijos porque son como un escudo protector frente a cualquier negatividad.
Cuando son recién nacidos, las mamás los protegemos del ruido, de imágenes violentas, de gritos, pero todo esto le afecta incluso desde antes de nacer, así que hay que cuidar
mucho lo que tu oyes y ves, porque eso afecta o modifica tu estado emocional y por consiguiente el del bebé.
Si tienes alguna afición artística puede ser un buen momento para ponerla en práctica.
Trata de estar en contacto con la naturaleza, ésta te proporcionará mucha energía psíquica y te ayudará despertar la intuición y los sentimientos más elevados para proyectarlos en tu hijo. Si estás cerca del agua y oyes su sonido, te ayudará a calmarte, ya que tiene cualidades curativas y relajantes sobre el sistema nervioso, al igual que los baños de sol.
El papel del padre
El papá tiene un papel vital como compañero de su mujer cuando está embarazada. Su apoyo es esencial en todos los momentos para, entre otras cosas, vivir una experiencia magnífica que va a transformar sus vidas. Y aunque los papás no tengan en su cuerpo al bebé, lo llevan en su corazón y en sus pensamientos.
Papá: recuerda que tú puede agravar o atenuar de las preocupaciones de tu mujer. Por eso, comunicarte con el bebé, hablarle, acariciar la panza de tu pareja, acompañarla al doctor, crear un ambiente positivo a su alrededor, van a proporcionar mayor felicidad a la mamá, y en consecuencia al bebé y a la familia en general