no te caen bien los alimentos
Cada vez que comes chocolate te da jaqueca y cuando tomas leche o comes queso, pagas el precio con problemas intestinales. Debes ser alérgico a estos alimentos, ¿verdad? Probablemente no.
Es posible que padezcas lo que se conoce como intolerancia a los alimentos. Es fácil confundir la intolerancia con la alergia. Ambos trastornos son reacciones anormales hacia los alimentos, pero los signos y síntomas con frecuencia son diferentes.
La alergia a los alimentos puede generar jadeo, ronchas con comezón e hinchazón, lo cual no se presenta con la intolerancia. No obstante, ambas pueden provocar síntomas como náusea, vómito, cólicos y diarrea. La diferencia radica en el papel del sistema inmune.
Si es alergia, el sistema inmune reacciona contra ciertas proteínas de los alimentos. Esta respuesta crea los síntomas molestos y a veces peligrosos de una reacción alérgica -—ronchas, inflamación y dificultad para respirar— y a veces síntomas gastrointestinales. La más diminuta cantidad de alimento que no se tolera puede dispararlos.
Si es intolerancia a los alimentos, el sistema inmune no participa. Por lo general puedes comer pequeñas cantidades del alimento en cuestión, sin problemas. La intolerancia a los alimentos es mucho más común que la alergia, y no es tan grave.
Evitar esos alimentos es la clave para manejar tanto la alergia como la intolerancia.
Si por lo regular evitas ciertos alimentos porque te provocan alguna reacción, pide al médico que te recomiende un alergólogo. Este especialista puede distinguir entre una alergia y la intolerancia. Con ayuda, puedes aprender a minimizar las reacciones.