Cesárea
¿Qué es?
Una cesárea es una operación donde se realiza un corte en la pared del abdomen y del útero para que el bebé pueda nacer saliendo por este lugar.
En general se practica cuando el parto representa un riesgo para la mamá o el mismo bebé, sin embargo a algunas mujeres se les practica una cesárea cuando así lo eligen ellas y se lleva a cabo un par de semanas antes de la fecha en que se espera nazca el bebé.
Es necesaria cuando:
- La placenta se encuentra en la parte baja del útero y llega a cubrir el canal del parto y se le llama placenta previa.
- Los médicos han detectado falta de oxígeno y la salud del bebé peligra.
- Se presenta un sangrado vaginal porque la placenta se está desprendiendo y está en riesgo el bienestar de la mamá y del bebé.
- El cordón umbilical está en el cuello uterino, previo a la cabeza del bebé poniendo en riesgo su vida.
- Sea la opción más segura, no obstante pudiera nacer vaginalmente el bebé.
- La posición del bebé no sea conveniente para el nacimiento por ej. Si está de nalgas.
- Si la presión sanguínea de la mamá es elevada.
- Si el bebé es muy pequeño o débil para sobrevivir al parto natural.
Lo adecuado es consultar al médico y considerar pros y contras cuando no sería necesaria una cesárea por razones médicas.
¿Qué sucede cuando se practica una cesárea?
La cesárea se realiza en un quirófano, con un ginecólogo-obstetra, ayudantes del cirujano, anestesiólogo, pediatra y enfermeras. Tu pareja puede estar presente si así lo permite tu médico y no hay complicaciones.
Se practica una incisión de 20 cm. Aproximadamente. Esta se hace en la línea cercana al crecimiento del vello púbico. Se corta la pared del útero y en unos cuantos minutos nace el bebé. Se esperan a que toda la placenta salga y se cierra la incisión. Generalmente se concluye en 20-30 minutos. El dolor de la herida será controlado con analgésicos y antiinflamatorios y podrás irte a casa en 4 días promedio.
La mayoría de los anestesiólogos realiza una anestesia raqueal: se coloca una aguja finita a la altura de la columna vertebral lumbar, para introducir un catéter muy delgado por donde administrar la anestesia. Sentirás un poco de presión o la sensación de que tocan tu abdomen, pero no sentirás dolor.
En general la cesárea es una operación segura para ti y tu bebé, sin embargo hay algunos riesgos, como los hay en cualquier cirugía mayor.
La mamá corre el mayor riesgo, ya que existen hemorragias durante y después de la cirugía. Se pueden presentar infecciones uterinas o algún coágulo -trombosis- en las piernas. Seguramente tu doctor tomará las medidas necesarias para evitar el riesgo de complicaciones.
Lo más importante es que puedes perfectamente amamantar a tu bebé aún cuando hayas tenido una cesárea.