“Me duele el estómago”
El dolor de estómago en un niño es uno de los síntomas más confusos que podemos enfrentar. Por: Sharon Rapoport
Cuando un niño se queja de dolor de estómago, puede tratarse de simples “nervios” o de un caso de apendicitis. ¿Qué debemos hacer?, ¿cómo reconocer la diferencia?
Padres confusos
El dolor de estómago en un niño es uno de los síntomas más confusos que enfrentamos, ya que puede señalar una variedad de problemas. Y aunque ningún padre disfruta de ver a su hijo quejándose, dar el tratamiento incorrecto puede ocasionar un daño mayor.
Causas del dolor de estómago
Las causas son numerosas.
- Frecuentemente se trata de un problema sencillo, como haber comido en exceso, gas por tomar demasiado refresco u otro tipo de indigestión.
- En ocasiones, el dolor señala el inicio de una infección intestinal, y es seguido por vómito y diarrea.
- En niños y adultos, la causa más frecuente de dolor abdominal es el estrés y la preocupación. Este tipo de dolor se experimenta en la boca del estómago o cerca del ombligo, y no es muy intenso, pero es real.
- Los dolores abdominales recurrentes pueden tener múltiples causas y merecen una evaluación médica.
¿Cuándo mejora…?
Cuando la causa es inofensiva, el dolor generalmente mejora o se resuelve en dos horas.
Cuando las causas son serias, como en el caso de la apendicitis, el dolor empeora y se vuelve constante.
Tips
- Los niños pequeños frecuentemente se refieren a la náusea como “dolor de estómago”.
- La sensación de deseos de defecar también suele ser confundida por los niños pequeños por el dolor de estómago. Cuando un niño te diga que le duele el estómago, lo primero que debes pedirle es que trate de ir al baño.
Errores más comunes
- Si a tu hijo le duele el estómago, evita darle analgésicos antes de hablar con el médico. El alivio de los síntomas puede enmascarar un problema serio.
- Aún más importante: evita los laxantes y enemas. Si la causa del dolor es una apendicitis, estos medicamentos pueden ocasionar una ruptura del apéndice.
LLAMA AL PEDIATRA inmediatamente si…
- El dolor es muy severo (causa llanto constante) o va empeorando.
- El niño está acostado y se rehúsa a caminar.
- El niño camina agachado o sosteniéndose el abdomen.
- El dolor es constante y ha durado más de 2 horas (especialmente si el dolor se localiza en el lado inferior derecho, en donde se localiza el apéndice).
- El dolor viene y va (retortijones) y dura más de 12 horas. (Excepto en caso de vómito o diarrea, si el dolor desaparece después de cada episodio).
- Se trata de un menor de 2 años de edad.
- Hay sangre en las heces.
- Existe la posibilidad e intoxicación con una planta, medicamento o químico.
- El abdomen sufrió una lesión reciente.
- El niño parece muy enfermo.
- Al apretar el abdomen del niño con la mano, se siente muy suave al tacto.
En dos horas si…
- El dolor es constante y no mejora.
- Empeora.
Durante horas de oficina si…
- Se trata de un problema frecuente en tu hijo.
- El dolor viene y va.
- Si tienes otras preguntas o preocupaciones.
Cuidados en el hogar
Haz que el niño se recueste y descanse hasta que se sienta mejor. Un trapo húmedo o una bolsa de agua caliente en ocasiones ayuda a acelerar la recuperación. Evita darle alimentos sólidos, y si desea beber, haz que tome sólo líquidos transparentes, de preferencia a cucharadas o sorbos pequeños.
Dolor causado por estrés
El niño debe tener una evaluación médica completa antes de asumir que los dolores de estómago recurrentes se deben a la preocupación excesiva.
- Estos niños suelen ser muy sensibles, e incluso obedientes. Esto hace que los estreses cotidianos, como un cambio de escuela o mudanza, les preocupen excesivamente. Ayuda a tu hijo a hablar de los eventos que detonan el dolor y de las formas de lidiar con ellos.
- Presta atención a cualquier situación irregular en casa o en la escuela (abuso, burlas de los compañeros) que pudiera estar detonando la ansiedad en el niño.