¡Activa tu cerebro!
He aquí algunos consejos basados en los últimos estudios.
Conserva un peso sano. La obesidad puede incrementar tu riesgo de demencia.
Mantente activa. Los investigadores encontraron que los adultos que informaron tener problemas de memoria mostraron mejoría después de incrementar su nivel de actividad física. Otras investigaciones muestran que el ejercicio puede ayudar a retrasar los signos de demencia.
Estimula tu intelecto. Se ha demostrado que la interacción social, el ajedrez, los crucigramas y tocar un instrumento musical ayudan a prevenir efectos adversos como la demencia.
Revisa tu dieta. Los antioxidantes llamados polifenoles –que se encuentran en frutas, verduras y jugos de frutas y vegetales– pueden ayudarte a reducir el riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer, al envejecer. El pescado y el aceite rico en omega- 3 también pueden beneficiarte.
Controla tu presión arterial, colesterol y azúcar en sangre. El manejo exitoso de estos niveles y el control de la diabetes pueden ayudar a prevenir la pérdida de la función cognitiva.