Poner límites con amor
Más allá de los sistemas de educación “de moda”, no olvides que estás formando a un pequeñito, tú eres la adulta, quien educa y decide. El niño no es el rey porque ¡no puede serlo!, necesita pautas y guías, ¡límites con amor!
La disciplina con amor
- Establece reglas: tiene que haber claridad en las reglas y hay que seguirlas, aunque a veces te dé flojera.
- Crea rutinas: para que el niño sienta seguridad debe de saber qué viene “después de…”
- Da opciones: deja que elija para que, de alguna manera, tenga “poder”. Se baña con el shampoo rosa o el amarillo, se seca con la toalla de patos o la de trenes.
- Di que no: así, tal cual. Se puede, NO. Aquí es cuando recordamos las razones de nuestros padres: “porque yo lo digo”. Y, tenían razón. No le harás daño a tu hijo al negarle permisos o caprichos, él no necesita mucho más que tu presencia y amor.
- Cumple tus promesas: si castigaste, cumple el castigo, si prometiste un premio, cómpralo. Ellos aprenden más con el ejemplo que con los discursos.
- Escucha y sé flexible: si tu hijo no quiere hacer algo pregúntale por qué. Quizá tenga miedo y, entonces, acompáñalo a realizar el encargo. No asumas que siempre es berrinche o flojera.
- No chantajees: si utilizas la culpa como manera de convencerlo, le harás más daño que bien. Evita los “si no, vas a decepcionar a mamá”; tu hijo no necesita lidiar con ello. El punto es poner límites con amor, no volverte su peor enemigo.
- Hablen de emociones: actualmente no se busca ser impositivo, se quiere tener una relación cercana con los hijos, así que es importante que sepan expresar cómo se sienten.
- Se vale sentirse frustrada: y quejarte con tus amigas, no eres de acero. Pero también él, dale su espacio y derecho a la frustración, pero no cambies de opinión. El mundo no necesita más niños tiranos que se convierta en dictadores.
Por último ten en la cabeza el dicho “El que grita, pierde”. Sí, hay momentos en que desearías romper floreros del coraje pero sé más sabia, piensa en lo delicada que puede ser su relación. Si estás muy alterada, mejor aléjate, si te es posible, salte por un helado o vete de la habitación hasta que te calmes. Tu hijo es el resultado, en gran medida, de quién eres tú, el ejemplo que das y qué tan feliz eres, no te descuides y aprende a ser firme.
5 estereotipos de mamás, ¿encajas? | Bebemomentum
septiembre 7, 2018 @ 7:21 pm
[…] al santo, ni tanto que no lo alumbre”. Una cosa es no clavarse de más y otra muy distinta no poner límites a los […]