Muchas personas lo comunican: ¡no bebas alcohol en el embarazo! Pero más allá de imaginar a un bebé adormilado, ¿cuáles son las implicaciones reales de hacerlo?

Síndrome alcohólico fetal

¿Habías escuchado de él? Ya se torna serio el asunto y no simplemente a es una prohibición de boca en boca.

Cuando una mamá consume alcohol en el embarazo el feto puede tener este síndrome y provocarle diversos daños y hasta malformaciones. Pero también se presentan daños ya nacido el pequeño.

El feto puede volverse muy intolerante a los ruidos, lo que será una molestia común en su vida de niño y adulto.

También los niños pueden presentar retraso en el desarrollo muscular e hiperactividad. Poner atención será todo un reto, incluso en la adolescencia.

Según la Clínica Mayo, entre los defectos físicos que podrían presentarse son nariz muy pegada al labio, corta y hacia arriba, deformidades en los dedos, brazos, piernas y articulaciones. El crecimiento es más lento que lo habitual (incluso en etapa fetal), podrían tener problemas con la visión y el oído o perímetro craneal y cerebral pequeños, además de defectos del corazón, riñones y huesos.

También se presentan problemas de comportamiento, por ejemplo, les cuesta mucho trabajo concentrarse, poner atención y hasta planificar o realizar alguna tarea de manera completa. Asimismo hay poco control de los impulsos y falla en relacionarse con sus pares.

Como se ve, la mayoría de los síntomas se presentarán ya que el pequeño haya nacido, incluso, de grande y muchas veces ni siquiera se relaciona con esta etapa de formación.

¿Cuánto alcohol en el embarazo puede causar todo esto? No existe ningún dato que indique cantidades, es por esto que recomiendan no consumirlo.