¿Qué es el body shaming y cómo afecta a nuestras hijas?
No es que sea nuevo pero ahora tiene nombre: body shaming, que es la forma de vergüenza del cuerpo, en particular el femenino.
Esta manera de vergüenza tiene que ver con la comparación y el bombardeo de estereotipos de belleza inalcanzables en los medios de comunicación. Generalmente es la burla que hace la gente hacia el cuerpo femenino pero también es avergonzarnos de nuestro cuerpo debido a las críticas que recibimos (incluso las de nosotras mismas).
Esta tendencia comenzó porque las burlas hacia las fotografías en redes sociales cada vez están más a la orden del día. No es algo nuevo, antes las revistas amarillistas o del corazón señalaban con desdén imágenes de actrices con celulitis o algunos kilos de más. Pero con la llegada de las redes sociales, todo mundo está expuesto a recibir comentarios. Así llegaron los apodos, sobre nombres, y con ello… la vergüenza por mostrar el cuerpo.
¿Cómo podemos evitar el body shaming en nuestras hijas?
- Como mamá nunca te critiques y menos aún delante de ella.
- Ten un estilo de vida saludable: que sepan que el cuerpo se cuida y se respeta.
- Hagan ejercicio juntas, para que tengan un buen contacto con su físico.
- Si es posible, habla las cosas por su nombre correcto. Nada de “las patas de pollo”… son piernas. Sí, también hay body shaming para las muy delgadas.
- Eviten criticar a otras mujeres y menos sus cuerpos.
- Nada de apodos como “cerditas”, “la chobi”, “la gordis”.
- Incentiven el conocimiento y lo intelectual.
El body shaming puede llevar a la no aceptación, el auto desprecio, la depresión y en caso crítico, el suicidio. Así que hay que poner mucha atención en cómo nos hablamos y les hablamos a las niñas… además de estar atentas de las pláticas que tienen con sus amigas, en especial en la pubertad y adolescencia.
Hay que procurar tener una relación sana con nuestros cuerpos e inculcar eso en las niñas.