Niños vegetarianos
Por: Lorena Stoopen, revista Bebé, edición 33
Ser vegetariano significa alimentarse únicamente de productos de origen vegetal.
La mayoría de los vegetarianos consumen también lácteos y/o huevo, por lo que se les ha llamado lacto-vegetarianos o lacto-ovo-vegetarianos, según sea el caso. A las personas que no consumen ningún alimento (o ingrediente) de origen animal, se les ha llamado vegetarianos estrictos.
Una dieta vegetariana adecuada es típicamente baja en grasas saturadas, colesterol y alta en fibra, y eso se refleja en las estadísticas que dicen que entre los vegetarianos hay en general menor incidencia de hipertensión arterial, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y sobrepeso.
¿Una dieta vegetariana es recomendable para niños?
Las dietas vegetarianas, en especial las estrictas, pueden ser deficientes en algunos nutrimentos importantes, si no se escogen los alimentos cuidadosamente y por eso, aún cuando las dietas ovo-lacto-vegetarianas normalmente cubren las necesidades del organismo, en cualquiera de los casos vale la pena poner especial atención en proveer ciertos nutrimentos de gran importancia para el crecimiento y desarrollo. Esto es relevante sobre todo en los niños, porque las malas elecciones de alimentos los ponen en mayor riesgo de desnutrición cuando son vegetarianos, que cuando no lo son.
Proteínas
Casi todos los alimentos de origen vegetal, a excepción de la fruta, contienen proteínas, y el secreto para obtener suficientes y de buena calidad, está en consumir alimentos variados e incluir diariamente buenas fuentes, como son las leguminosas (frijol, soya, garbanzo, lenteja, haba, chícharo y amaranto), las nueces y las semillas.
Vitamina B12
La vitamina B12 se encuentra naturalmente en la mayoría de los alimentos de origen animal, por lo que, al llevar una dieta en la que se incluyan huevo y lácteos, ésta se obtiene fácilmente. Para los vegetarianos estrictos, es importante cuidar el aporte de esta vitamina consumiendo alimentos enriquecidos con ella o tomando un suplemento.
Ácidos grasos
Las dietas vegetarianas pueden tender a ser demasiado bajas en grasa, lo que toma especial importancia en los niños menores de dos años, para quienes la grasa es indispensable para formar un sistema nervioso saludable. Por ello, es importante cuidar que en la dieta de un niño vegetariano no falten las grasas en forma de aceite de canola, aceite de soya, nueces, linaza molida, aguacate, así como otras nueces y semillas ricas en ácidos grasos indispensables.
Calcio
De nuevo, en las dietas lacto u ovo-lacto-vegetarianas, el calcio no es un factor de preocupación. Una dieta vegetariana estricta puede proveer el calcio necesario, pero se necesita prestar mucha atención en ofrecer diariamente alimentos ricos en calcio (como brócoli, tortillas nixtamalizadas, nueces, leguminosas y vegetales de hoja verde) o alimentos enriquecidos con él (como cereales para el desayuno o bebidas de soya enriquecidas con calcio).
Hierro
En los niños, vegetarianos o no, este nutrimento es de especial cuidado, pero aún más cuando sólo se consumen fuentes de hierro de origen vegetal, ya que en éstas, el hierro se encuentra en una forma en la que le es más difícil al cuerpo absorberlo. Por ello, además de cuidar comer buenas fuentes de hierro (como leguminosas, espinacas, productos de grano entero, tofu y semillas), es recomendable consumir en cada comida un alimento rico en vitamina C (como guayabas, cítricos y jitomate), que mejora la absorción y aprovechamiento del hierro en el organismo.
Zinc
Al igual que el hierro, el zinc presente en los vegetales es más difícil de absorber, por lo tanto, es importante asegurarse de consumir una cantidad adecuada que resulte en suficiente zinc absorbido. Los alimentos vegetales más ricos en zinc son: pan integral, granos enteros, leguminosas, tofu, semillas y nueces.