Muerte: cómo lidiar con ella
En noviembre celebramos a los muertos en México, pero, ¿cómo tratar el tema con los pequeños?
En esta entrevista con Ma. Luisa Mora López, psicóloga educativa, especialista en educación en sexualidades humanas y tanatología encontrarás herramientas útiles para abordarlo.
¿A qué edad los niños comienzan a preguntar sobre la muerte?
Muchos factores pueden interferir para que los niños tengan el interés en preguntar sobre la muerte, de acuerdo a su estructura familiar, emocional y cognitiva. Regularmente es a partir de los 3 años que tienen mayor interés en su entorno. Aunque el concepto de la muerte se va desarrollando cerca de los 5 años, antes están conscientes de las pérdidas y ausencias y por lo tanto de lo que les genera tristeza.
¿Cómo manejar con ellos la pérdida de una mascota o un ser querido?
Es importante comprender el vínculo establecido por el niño con la mascota o ser querido, asimismo respetar la elaboración de su duelo que siempre va a ser muy personal.
También ser amable y amoroso y preguntarle cómo está y si necesita algo. Si quiere un abrazo darlo, si quiere llorar dejarlo. Es básico no reprimir diciéndole “ya no llores, luego te compro otro perro/gato”. Desgraciadamente muchos adultos hemos creado una mala idea de la tristeza o el llanto, ya que la asociamos con debilidad.
A veces un “aquí estoy por si necesitas algo” es mejor que palabras como “Diosito se lo llevó” porque un niño puede hacer una mala interpretación de ello, como: “Dios es malo porque se llevó a mi mamá.” Por eso un “aquí estoy” acompaña al infante doliente.
Es importante que si un niño emite una opinión sobre la muerte, el adulto le haga una pregunta para conocer el origen de su inquietud, tal y como ¿Por que lo preguntas? ¿Qué requieres/necesitas saber? ¿Te puedo ayudar en algo?
¿Cómo contestar a las preguntas “a dónde se fue mi abuelita”, “qué pasa cuando nos morimos”?
Esto depende mucho de la religión, creencias y tradiciones familiares. Puedes preguntarle: ¿dónde crees tú que está?
Se vale decir lo que se piensa puntualizando que esa creencia es de uno, así no se inválida el del pequeño. Ejemplo: yo pienso que se fue a un lugar más allá del cielo y está feliz. Y sin terminaciones médicas decirle que le pasó, un niño requiere saber que hay enfermedad y que las personas se mueren, así como los animales.
Hay que mostrarle la vida y las realidades que hay a su alrededor… de manera que se vaya creando un vínculo fuerte con el pequeño o pequeña.
¿Cómo lidiar con el miedo de los niños a que mamá y papá se mueran?
Expresarle que uno está todos los días cuidándose, comiendo bien, durmiendo y yendo al doctor para durar mucho tiempo.
Hay libros que pueden apoyar a los niños a enfrentar los miedos:
- Para miedos en general
Ramón Preocupón, de Anthony Browne
- Miedo a la muerte:
Estirar la pata ó cómo envejecemos, de Babette Cole
El árbol de los recuerdos, de Britta Teckentrup
- Miedo a separarse de los seres queridos (ansiedad de separación)
Siempre pienso en ti, de Kathy Appelt y Jane Dyer
Mamá ya viene, de Zaza Pinzón y Laure Monloubou
Para los adultos que requieran orientación para sí mismos al respecto recomiendo:
- El camino de las lágrimas de Jorge Bucay
- Sobre el duelo y el dolor: Elisabeth Kübler-Ross y David Kessler
Todo ser humano puede ser resiliente y usar la muerte como una fuente de inspiración y de crecimiento.
Dejemos que nuestros niños enfrenten sus miedos porque ellos pueden sobreponerse, a veces pueden ser incluso nuestros maestros ante este tema.
Recordemos que al intentar ocultar por temor a ver al niño sufrir lo dañamos más.
Es importante desarrollar en nuestros niños la tolerancia a la frustración: no siempre se gana pero siempre hay algo que se puede aprender.
Trabajando en uno mismo, uno podrá apoyar a un familiar más asertivamente.
Los NO rotundos al hablar de la muerte con los niños
- Impedir que el niño se despida si es su elección hacerlo.
- Mentirle e inventarle algo como: se fue de viaje
El mundo es hermoso con TODO y sus pérdidas, “hablar de muerte es hablar de vida”.