Hernias inguinales: su detección y manejo
Por el Dr. Jaime Cortina Watson
Esta hernia es sumamente frecuente en niños y niñas. Se presentan en las primeras etapas después del nacimiento. Los fajeros, las canicas o las monedas no van a ayudar a que se reduzca y sin embargo le causan grandes molestias al bebé, por lo que están contraindicadas. A diferencia de las inguinales, las hernias umbilicales casi siempre son asintomáticas, se cierran en forma espontánea dentro de los cinco primeros años de la vida y no requieren cirugía. Son un padecimiento congénito muy frecuente, ya que alrededor de 1 bebé por cada 6, tiene hernia umbilical. Si tu bebé es niña, quizá cuando crezca no le guste tener el ombligo botado. En estos casos la intervención estará indicada por fines estéticos.
Debemos saber que a pesar de la alta frecuencia de las hernias inguinales y las umbilicales en los niños y niñas, a veces es difícil diagnosticarlas. Es muy importante la opinión de los pacientes y en caso dudoso debemos estar muy alertas sobre todo en las inguinales, y se deben explorar con mucho cuidado para realizar un diagnóstico temprano y evitar las consecuencias de una hernia encarcelada.
Hernias en el abdómen
Generalmente para los niños el dolor del abdomen es pasajero y no se asocia a ninguna patología, sin embargo siempre se debe descartar alguna hernia inguinal. Básicamente existen dos tipos de hernias en el abdomen: hernias inguinales y hernias umbilicales.
Las hernias inguinales se dividen en dos
- Hernias directas: es la clásica hernia que aparece por un esfuerzo y prácticamente nunca se ven en la niñez.
- Hernias indirectas: ocurren cuando una víscera abdominal o pélvica entra al canal inguinal por un defecto en este. En los niños, con frecuencia el intestino es el que se encuentra dentro del saco herniario; en las niñas es común que se encuentren los ovarios o las trompas de Falopio.
Bolsas de testículos muy grandes
Estas corresponden a un hidrocele comunicante, el cual es considerado como una hernia indirecta, cuyo orificio es suficientemente grande para permitir el paso de líquido. Es decir, son colecciones de líquido dentro del escroto o bolsas testiculares y puede confundirse con una hernia inguinal. Sin embargo a diferencia de las hernias, los hidroceles producen síntomas mínimos y no se pueden reducir. Los hidroceles son muy comunes dentro del primer año de la vida y la mayor parte de las veces son bilaterales. Generalmente los hidroceles congénitos son normales y se regularizan entre uno y dos años.
Los hidroceles que aparecen en edades posteriores a la lactancia o aquellos que no se reducen después del año de edad, deben ser valorados por el cirujano y descartar que se trate de una hernia inguinal.
Otros padecimientos que pueden manifestarse en la misma forma, son las torsiones testiculares, crecimiento de algún ganglio inguinal, criptorquidia (testículos no descendidos y testículos retráctiles).
¿Cuál es la frecuencia de las hernias inguinales? ¿Se deben operar?
Estas se presentan entre el 1 al 4%. Los niños son más propensos a razón de 3 a 10 veces, en comparación a las niñas. La mayor parte de las hernias se presentan en el lado derecho en relación 3 a 1 en comparación con el lado izquierdo, aunque en una proporción alta pueden ser bilaterales.
La mayoría de las hernias se presentan como protuberancias en el abdomen inferior, escroto o labios y generalmente aumentan con el esfuerzo (llanto , pujo al obrar etc.) Si esto ocurre, es muy importante acudir al pediatra lo más pronto que se pueda, ya que puede tratarse de una hernia inguinal o de un hidrocele.
Cuando los padres detecten alguna bola en la ingle, deben acudir al pediatra. Si se diagnostica una hernia es muy importante que un pediatra calificado o bien un cirujano pediatra, independientemente que haya o no síntomas colaterales, haga el intento de reducirla cuando se ha detectado. En caso de no poderse reducir se debe considerar que la hernia está encarcelada y es una cirugía de urgencia que debe hacerse inmediatamente. Esta intervención se debe hacer con anestesia general. Se aconseja siempre que sea posible, explorar el lado contrario, ya que en el 15% de los casos se puede encontrar una hernia bilateral, y entonces la intervención quirúrgica durará un poco más.