Educar para no hacer trampa…
Por: Psicóloga Montserrat Ferragut
Cuando llegan a hacer trampa probablemente es porque no entienden las reglas, alguien con quien están jugando está demasiado preocupado por ganar o el juego está más dirigido a ganar que a simplemente disfrutar. Considera los siguientes puntos para tratar de mantener la trampa al mínimo o evitarla en su totalidad:
Enfatiza lo divertido que es jugar. En general, si tú no te centras en el aspecto competitivo, ellos tampoco lo van a hacer.
Mantén tu atención en lo que está haciendo tu hija en el momento, en lugar de concentrarte en el resultado del juego. De esta forma le quitas la presión de tener que ganar y por lo tanto elimina la necesidad de hacer trampa.
Juega juegos que involucren cooperación, así el foco va a estar en el trabajo de equipo y no en ganar o perder.
Si en algún momento te das cuenta que tu hija está haciendo trampa, evita sobre reaccionar y evita etiquetarla como tramposa. Tranquilamente déjale saber que lo que está haciendo no es justo y que necesita seguir las reglas del juego. De hecho, es recomendable recordarle las reglas del juego. Lo que buscas es crearle conciencia y no hacerla sentir como una persona “mala”.
Si hacer trampa ya se ha vuelto un hábito en tu hija, le puedes leer historias sobre la honestidad y la confianza. Platica con ella sobre por qué es incorrecto mentir y hacer trampa, y de cómo hace sentir a los demás cuando ella lo hace. Busca distintas formas de hacer que tu hija se sienta competente en otras áreas de su vida, por ejemplo, reconócele su habilidad para servirse la leche sola o admira sus habilidades dibujando. Conforme logre mayor confianza en sí misma, es menos probable que sienta que necesita ganar (haciendo trampa si es necesario) para fortalecer su autoestima.