Atención a las heridas
Los niños (y adultos) estamos expuestos a distintos tipos de heridas continuamente: un raspón, una cortada, quemada y hasta la hoja que hiere y arde un montón. Pero, ¿sabemos cómo cuidarlas?
Ciclo de las heridas
Aproximadamente tardan tres semanas en cicatrizar y curarse por completo, así que si no ha pasado en ese tiempo, ¡hay que tomarlo más en serio!
¿Qué podría pasar? Pues que la herida se infecte y haya consecuencias, incluso, fatales.
Según los expertos, las fases normales de las heridas son: coagulación, inflamación, reproducción de células nuevas y, finalmente, la renovación del tejido.
Si no dejamos que vivan estas etapas, y, por ejempo, la “costra” se cae y se cae y comienza de nuevo el ciclo, se corre el riesgo de que microbios lleguen a generar infecciones.
Hay que poner atención si la cortada no deja de producir cierto liquidito después de tres días y si huele mal.
Si la herida genera “pus”, es una señal de alarma de que puede ya estar infectada. También hay que poner atención a si “se siente caliente” la zona, si punza o sigue muy inflamada.
Como ya lo hemos visto en nuestros Facebook lives, lo mejor es lavar con agua y jabón nada más, dejar orear la herida o bien, secar con una gasa limpia (no algodón o papel de ningún tipo, pues podría dejar residuos o pelusas).