Un masajito relajante
Disfruta con tu bebé de unos momentos de descanso y relajación al estar aplicando un masajito a su cuerpo; una demostración de cariño que le hará sentirse muy bien.
El contacto físico le hará relajarse y conciliar mejor el sueño. Puedes darle un masajito cuando hace calor, por la mañana y por la tarde después del baño.
Los masajes son una terapia que integra y estimula todos los sentidos. Los bebés tienen la sensación de placer y agudizan sus sentidos del oído, del olfato y de la vista, sin dejar de lado el desarrollo psíquico que logran al sentir las caricias de las manos calientitas de mamá.
Prepárate:
- Lava tus manos con agua calientita y aplica una crema suave para piel delicada o especial para bebé.
- Colócate en el suelo con una cobija gruesa o una colchoneta, o quédate parada donde te sientas cómoda, puede ser el cambiador.
- Todo el tiempo platica con tu bebé o cántale y arrúllalo con tu voz.
- Fíjate que no haya corrientes de aire y si es posible tengas un rayo de sol.
- Masajea su cuerpo suavemente, sin apretar. Prácticamente soba su pielecita con movimientos circulares de arriba hacia abajo. Desde la cabeza hasta los pies, pasando por el frente de su cuerpo, sus brazos, piernas, manos…. Voltéalo y masajea su espaldita también.
Si tienes dudas, consúltalo con tu pediatra.
Abrígalo bien cuando termines para que no se enfríe.
Nunca practiques el masajito cuando tiene fiebre tu bebé.