¡Niño, saluda!
¿Cuántas veces has visto a un niño rehusarse a saludar o a besar a un adulto al pedirle su mamá que lo haga? Acto seguido, la mamá se molesta y se siente avergonzada porque piensa que su niño está maleducado.
En el ámbito de los especialistas, psicólogos y educadores han llegado a la conclusión de que se debe respetar a los niños y las decisiones que toman al respecto. Por otro lado resaltan la importancia de fomentar en los niños el no tener miedo a negarse a saludar o tener algún contacto físico, como dar un beso o un abrazo, cuando la situación les parece incómoda.
El proceso de aprendizaje respecto a cómo relacionarse con terceros debe ser tan sencillo como el aprender a caminar. Los niños deben expresarse cuando quieren hacerlo y deben relacionarse con los adultos y niños en la forma en que lo sientan o lo prefieran.
Los niños deben aprender acerca de sus preferencias y límites durante la niñez, para más adelante ejercer la libertad y el consentimiento durante su juventud y adultez.
Si te encuentras frente a esta situación y tu niño no quiere saludar a la Tía Cuca, cordialmente dile a la Tía que tu niño no desea saludarla en este momento, pero que tal vez más tarde lo hará y así disculpas por un lado a tu niño y por otro le das el respeto que se merece él y el que le debe tener la Tía Cuca.
Si te das cuenta, a los adultos muchas veces no nos gusta saludar a ciertas personas, o lo hacemos sólo de mano y no con un beso. Así debemos considerar que los niños puedan tener preferencias, de acuerdo a cómo se sientan frente a los demás.
Cómo enseñarles
Dicen los Psicólogos que el rol de los adultos es mostrar a los niños cómo se relacionan ellos con determinadas personas para tener un armonía y tener cortesía para con todas las personas.
Los especialistas opinan que el mensaje que entregamos a los niños cuando les urgimos que saluden y NO desean hacerlo Es el que les obligamos o forzamos a tener la relación física que con un tercero (un beso, un abrazo). El niño puede pensar que NO tiene derecho sobre su cuerpo y debe besar o abrazar.
Si tú le das la oportunidad a tus niños de elegir cómo saludar a otros, ellos sabrán cómo hacerlo con cada una de las personas con quienes interactúa, pero lo más importante es que entenderán que sus cuerpos son soberanos y propios.
Los niños deben ser criados desde el cariño y respeto a sus cuerpos, permitiéndoles explorar sus límites y preferencias en cómo se expresan físicamente. Deben saber que pueden decir “No” y expresar su malestar o bienestar, lo que les ayudará en su confianza y autoestima.
Generalmente los niños pequeños se rehúsan a saludar, sin embargo algunos son efusivos y muy afectuosos frente a desconocidos. En este caso es muy importante respetar sus derechos también y dejarlos expresarse, pero enseñarles que deben respetarse y pedir a los demás que los respeten.
Al respetarlos, los niños se sentirán valorados y tendrán buenas relaciones basadas en la empatía.