Resuelve conflictos familiares…
Intenta crear una mesa redonda familiar con estos pasos.
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- Reúne al grupo y nombra un moderador. Para las juntas iniciales, éste debe ser el papá o la mamá. A medida que los miembros de la familia aprendan la rutina, el papel del moderador puede rotarse.
- Explica las reglas básicas. No culpar, no caracterizar, ni usar adjetivos. Todos tendrán el mismo derecho a hablar.
- Trabajen con un problema. Establezcan con claridad el asunto que se discutirá, como: “estamos aquí para discutir cómo dividir la responsabilidad de sacar a pasear al perro.”
- Deja que cada miembro de la familia comunique su opinión. No se permiten interrupciones.
- Propongan soluciones. Hagan una lista de ideas sin juzgarlas, ni reaccionar ante ellas.
- Reduzcan las opciones. Proporcionen a cada persona la oportunidad de elegir su solución preferida.
- Busquen acuerdos. Si no concuerdan del todo en una solución, busquen el compromiso. Por ejemplo, combinen dos soluciones o acepten probar cada idea por una semana y analicen los resultados.
- Si los temperamentos explotan, tomen tiempo fuera. Reúnanse de nuevo en otro momento, cuando se hayan calmado.
Pidan ayuda. Si, después de intentos repetidos, tu familia todavía no logra resolver un problema difícil, considera acudir a un mediador, como un terapeuta certificado.