¡Qué divertido es hacer porquerías!
Aunque no lo creas cada montoncito de tierra es una oportunidad de aprendizaje para tu pequeño y las porquerías van de la mano con sus manitas.
Seguramente cuando tu bebé se batió la primera vez y tuviste que cambiarle el pañal pensaste en los sucio que podía llegar a ser un bebé. Ahora pinta con los dedos, hace masa con puré y todo lo que tenga a mano. Se sienta a la mesa e inventa mezclas con la comida y puede “hacer porquerías con todo”.
No te preocupes, un poco de tierra no le hará daño. A los bebés les gusta mucho hacer porquerías. Dale libertad para que sus deditos experimenten…quieres que coma solo por qué no dejarlo extender el arroz en la mesita. Es divertido y toda una experiencia sensorial. Aprovecha y dale varias cucharadas de alimento en lo que disfruta y desarrolla sus sentidos…
Los canales por donde los bebés recibe información de lo que le rodea son los sentidos. A través de ellos percibe colores, olores, sabores, sonidos, y tiene sensaciones de frío, calor o hambre, por ejemplo. A partir de esta información el niño podrá responder y tendrá acciones inteligentes.
Es a través de las sensaciones y percepciones que se van desarrollando los procesos superiores del conocimiento, la inteligencia y el lenguaje.
Un ambiente rico en estímulos auditivos, visuales, táctiles y un espacio amplio para moverse y explorar ayudará al bebé a desarrollar habilidades perceptivas, motrices, de lenguaje y socio-afectivas.
La próxima vez que quiera gatear en el piso de la cocina o sobre un charco de agua, dale oportunidad, solo cuida que no se trate de sustancias tóxicas y que no se lleve las manos a la boca, pero permítele sentir, tocar, percibir…