Ojo con tus ojos
El embarazo además de ser un estado de plenitud femenina, puede convertirse en un detonante de enfermedades y complicaciones a nivel emocional y físico debido a la cantidad de cambios hormonales a los que te expones.
Entre estos padecimientos se encuentra la visión borrosa que puede ser señal de hipertensión, antecedente de preeclamsia, un problema que se presenta cuando aumenta la presión arterial y se pierden proteínas a través de la orina, manifestándose en el último trimestre del embarazo con síntomas como dolor de cabeza, zumbido de oídos, nausea y vómito, indica el doctor José Luis Merino, oftalmólogo miembro de la Asociación Mexicana de Oftalmología Pediátrica.
Si estás embarazada y tienes diabetes tipo I corres un riesgo de progresión de retinopatía diabética de 2 a 3 veces mayor que una mujer no embarazada. “Esta enfermedad no presenta síntomas en etapas tempranas sino hasta que se encuentra en un estado más avanzado, ocasionando visión borrosa o alteración en la agudeza visual”, puntualiza el doctor.
Sin embargo, a través de un examen oftalmológico oportuno se puede detectar la retinopatía diabética y ofrecer un tratamiento que frene su progresión durante el embarazo, de lo contrario, la evolución de esta complicación visual puede agravarse.
Debido a las modificaciones de los niveles hormonales durante la gestación, pueden aparecer cuadros de migraña de origen visual, ya que en este periodo femenino los ojos se vuelven más sensibles a estímulos que desencadenan los dolores de cabeza propios de la enfermedad.
La resequedad ocular es otro padecimiento propio del embarazo, por lo que es recomendable el uso de lentes de tecnología fotosensible que bloquean el impacto de la luz ultravioleta causante de la falta de humedad del lagrimal, ocasionando síndrome de ojo seco.
Algunos consejos
- Acude a una revisión oftalmológica durante tu embarazo cada tres meses y si padeces hipertensión o diabetes cada 30 días dado que los riesgos suelen duplicarse.
- Si tienes síntomas de visión borrosa es importante evitar aquellas actividades que impliquen mayor cuidado, hasta que te hagan una corrección óptica con el especialista en salud visual.
- Si usas lentes de contacto éstos deben ser fotosensibles, que bloqueen al 100% los rayos UV y se adapten a las diferentes intensidades de luz presente en el ambiente.
- Si presentas resequedad ocular no te automediques con gotas de libre venta, además de que muchos medicamentos son restringidos durante el embarazo para la protección del futuro bebé.
- Ante cualquier variación visual que identifiques, es importante avisar a tu ginecólogo, ya que pueden ser síntomas detonantes de alguna complicación ocular que si se detecta a tiempo, evitará complicaciones a corto y largo plazo.