¡No te piques la nariz!
La resequedad nasal provoca que los pequeños se piquen la nariz de forma constante.
Los sangrados nasales son más frecuentes en los menores de 12 años.
Mantener la nariz hidratada, evitar la manipulación nasal y consultar al especialista son las mejores armas contra estos síntomas.
¿A cuántas mamás has oído decir “No te piques la nariz porque te puedes lastimar”? Y es que la mayoría de los adultos creemos que cuando un pequeño se pica la nariz lo hace por manía y en realidad es porque siente molestia: picazón o comezón por resequedad.
Cuando los pequeños adquieren el hábito de hurgarse o picarse la nariz, por lo general lo hacen con el deseo de poner fin a las molestias que provoca la resequedad, ya que con ello sienten alivio. Según los especialistas, esta conducta no es recomendable, ya que los niños se pueden lastimar y provocar un sangrado.
Causas
De acuerdo con la doctora Olivia Ávila, otorrinolaringóloga especialista en alergias respiratorias, una de las principales causas de la resequedad nasal es la deshidratación de la mucosa. Esto se debe a los contaminantes del aire en las grandes ciudades, inhalación de humo de tabaco, disminución relativa de la humedad en las diferentes épocas del año, uso de aire acondicionado y calefactores, lo que provoca una disminución en el contenido de agua de la mucosa nasal que ocasiona que el moco aumente su viscosidad y disminuya el movimiento ciliar, produciendo un estancamiento de las secreciones y facilitando la proliferación de bacterias e incluso de infecciones.
Qué pasa en su nariz
Cuando el aire contaminado, seco o caliente, entra en la nariz del pequeño reseca la mucosa nasal provocando que ésta se torne frágil. El niño, al manipular la nariz, provoca la ruptura de algunos vasitos sanguíneos, lo que ocasionará sangrado.
Según los especialistas los niños y adultos que sufren resequedad nasal sienten un cuerpo extraño en la nariz y rinofaringe, lo que ocasiona que constantemente se manipulen.
Tratamiento
La doctora Ávila explica que la humedad es indispensable para la efectiva función y preservación de los cilios nasales, responsables de la transportación y del drenaje del tubo respiratorio. Por ello, podemos asegurar que la resequedad es el enemigo natural, pues altera la fisiología de la nariz.
De acuerdo con los expertos, cuando la mucosa nasal del pequeño está reseca se debe aplicar de forma continua un lubricante nasal con base de cloruro de sodio-glicerol como Nasalub infantil, que aliviará la resequedad y la irritación nasal, y cuyo constante uso no daña.
Narices felices
Para ayudar a mantener sana la nariz de tu pequeño te recomendamos:
- Aumentar la cantidad de agua que ingiere.
- Hidratar con frecuencia su nariz con un lubricante nasal con base de cloruro de sodio-glicerol.
- Asegurarte de que el pequeño coma a diario frutas y verduras.
- Evitar que manipule su nariz.
- Mantener cortas sus uñas para evitar que se lastime.
- Si detectas que el niño sufre de congestión nasal, utiliza sólo bajo indicación médica y en niños mayores de seis años, una solución segura y eficaz con base de oximetazolina.
- Cubrir su nariz ante los cambios bruscos de temperatura.
- Evitar que permanezca por largos periodos de tiempo en contacto con el aire acondicionado.
Recuerda que los sangrados son muy frecuentes en niños pequeños que se pican o rascan la nariz.