Medicinas bien tomadas
CONSULTA CON EL EXPERTO
Cualquier medicamento sin receta médica puede resultar dañino para tu bebé y tus niños.
Pregunta siempre por los medicamentos que te receten: cuál es su acción y qué reacción y efectos secundarios esperar, a partir de cuándo la debes administrar y durante cuánto tiempo; si debes darla con alimentos y antes o después de las comidas. Entre otras preguntas pueden surgir:
- ¿puede interactuar esta medicina con alguna otra que esté tomando el niño?
- ¿si se te olvidara una dosis que deberías hacer?
- ¿es necesario guardar en el refrigerador o lejos de la luz?
- ¿es contraproducente exponer al niño al sol?
- ¿es importante darlo con alimentos o bebidas, de qué tipo?
Si tiene alergias tu bebé es importante comunicárselo al médico
ADMINISTRA LA DOSIS CORRECTA
Aunque sientas que no entendiste la manera en la que debes administrar la dosis, es común. No siempre quedan claras las instrucciones del médico en medio de la información adicional que da, por ello siéntete cómoda preguntando todo lo que no tengas claro.
Mide perfectamente bien la dosis que el médico te solicite. Utiliza la cucharita o vasito medidor con el que generalmente se acompaña la medicina.
Si no estás tan segura de la cantidad de medicina que le estás dando al bebé:
- Lee las instrucciones con atención y cuando le vayas a dar la medicina vuélvelas a leer. Así tendrás la certeza de que tu niño tomará la dosis exacta para su edad y su peso.
- Presta atención a los números que se incluyen en las instrucciones para no confundirte y dar la mitad o lo doble de cantidad a tu pequeño. Lee bien si son 2 cucharaditas o ½. Muchas veces nos equivocamos.
- Ten cuidado con los medicamentos concentrados. Algunos medicamentos para bebés, que se venden sin receta médica, como por ejemplo el paracetamol (acetaminofén) pediátrico en forma de gotas, vienen concentrados.
- Conoce el peso de tu pequeño. Algunas dosis se basan en el peso o en el peso y la edad. Mantén actualizada la información en tu botiquín para cuando lo necesites esté a la mano. .
- Asegúrate de agitar los medicamentos líquidos. Agita los medicamentos líquidos antes de dárselos a tus niños para que todos los compuestos estén bien mezclados.
- No confundas cucharaditas con cucharadas. “Cucharadita.” es una cuchara de té, mientras que “cucharada.” una cuchara de sopa.
- No calcules mentalmente. Si no tienes marcas de medida para cucharaditas, no administres lo que te parezca más cercano a la dosis recomendada. Usa una cuchara medidora mientras consigues una jeringa o un cuentagotas con la calibración apropiada. Recuerda que 1 mililitro (1 ml) es igual a 1 centímetro cúbico (1 cc) y 1 cucharadita son 5 cc.
- No exageres. Muchas personas creen que si dan a sus niños bastante medicamento, éste funcionará más rápido. Es importante que le des la dosis prescrita. Incluso si el resfriado, la infección de oídos, el dolor de garganta o la fiebre son muy intensos, no se aliviará más rápido si le suministras más medicina. La dosis se basa en la cantidad de medicina segura para tu pequeño y no en la gravedad de la enfermedad.
- Llama al médico si te has equivocado en la dosis o si observas cualquier efecto secundario inesperado. Posiblemente no le cause ningún daño duradero, pero llámale para quedarte tranquila.
- Si no retiene el medicamento. Si ha vomitado y no retiene alimento, díselo al médico. Quizás adopte otro método para darle la medicina: supositorio, inyectable o intravenoso..
- No des a otro niño las medicinas. Es básico que nodes a tu hijo la receta de otro niño, ni una receta vieja. No le des aspirina, porque podría producir una enfermedad grave denominada síndrome de Reye.
DOSIS REGULARES
Es importante que sepas si debes administrar la medicina también por las noches o no.
De igual forma es importante saber si deben dar la medicina con alimentos o no y si hay alimentos que no debe consumir con las medicinas.
Si terminas de dar la medicina y no mejoró el pequeño, será mejor que lo comuniques al médico y no que le des más cantidad de medicamento. Por otra parte, incluso si tu bebé o tu niño se sienten mejor a las primeras tomas, no suspendas el medicamento. Adminístralo el tiempo que te lo recomendaron.
PARA QUE TOME LA MEDICINA…
Tal vea tu pequeño no quiera la medicina. Algunas medicinas preparadas vienen con sabor precisamente por esta razón. No agregues el medicamento a un biberón de leche o a un vaso de jugo. Si el niño no se lo toma todo, no recibirá la dosis completa.
Si tu niño ya tiene edad para ingerir sólidos, puedes preguntarle al médico si puedes administrarle la medicina en comprimidos. Podrás entonces triturarla y mezclarla en un poquito de agua para que se la pase.
Nunca le digas que le vas a dar dulce si le das la medicina. No permitas que se confundan los caramelos con las medicinas. Es peligroso.
Guárdalos en lugares seguros
- Guarda la medicina en su caja original con las instrucciones completas, lejos del alcance de los niños.
- Muchos antibióticos necesitan ser refrigerados. Algunos puedes tenerlos afuera por algunos minutos o guardarlos en el bolso o pañalera mientras llegas a la guardería. Otros necesitan frío constante, ya sea que estés en casa o fuera de ésta.
- Guarda las medicinas en lugares secos, no húmedos, ni calientes. No las guardes en el baño porque se pueden humedecer o calentar perdiendo eficacia.