Los celos: una pasión dañina
Los celos se encuentran ubicados dentro del campo real o imaginario de los miedos… miedo de ser abandonado, de perder el amor, de perder el honor en una relación, miedo a sentirse avergonzado o humillado dentro del grupo social en que te desenvuelves, etc.
En una relación no hay cabida para los celos. Para que ésta crezca y florezca, es necesario exorcizar los celos como si fueran un fantasma habitando dentro de una casa embrujada.
Los celos nunca son buenos. Se consideran una de las emociones más malas y dañinas que el hombre padece. Aparecen cuando se rebasan los límites y se va más allá de la sana competencia entre dos personas. Por ejemplo, ese sentimiento que se experimenta cuando un compañero de trabajo logra obtener el contrato de un cliente, te hace sentir coraje, celos y envidia, pues se trata de ese contrato por el que tú has luchado tanto. Es la misma emoción bestial que Otelo sentía por su esposa Desdémona. Los celos que Antonio Salieri, compositor de la corte del emperador austriaco, sentía hacia Mozart, y por los que durante años hizo hasta lo imposible por mantenerlo sin ningún reconocimiento y dentro de una gran pobreza.
Unas personas son más celosas que otras, y compiten por todo, por la atención de los padres, por un espacio, por ser los primeros, por comida, etc. Esos celos destruyen amistades, familias, arruinan matrimonios e incluso, pueden destruir una empresa. Cuando una persona siente celos, está a disgusto por todo, se pone de mal humor y parece descontenta consigo misma. Este sentimiento puede llevar a las personas a la depresión o a adquirir algún tipo de adicción.
Contra los celos
Para liberarnos de los celos, se recomiendan las siguientes acciones:
- Pregúntate a ti mismo: ¿qué está sucediendo realmente? Los celos no son únicamente celos. Este tipo de emoción no se da sola, siempre se encuentra unida a otro tipo de emociones como ansiedad, agotamiento, resentimiento o algún juicio. En este caso se deben analizar todas tus emociones para determinar qué es realmente lo que te está molestando, para tomar una decisión y actuar en consecuencia.
- No tomes las cosas en forma personal. Muchas veces, ante situaciones de competencia en las que siempre sobresale alguien diferente a nosotros, nos sentimos mal. En ese momento es necesario recordar que en toda contienda siempre hay un ganador y un perdedor; lo cual no implica que seamos personas con menor capacidad o en la vida por diferentes circunstancias.
- Valora lo que tienes. Cuando te lleguen los celos, detente a pensar en lo que tienes recuerda todas las cosas que te ha dado la vida y por las cuales debes sentirte agradecida(o). Cada persona tiene una habilidad única y diferente. Piensa en todas las bendiciones que la vida te ha proporcionado y en las personas que se preocupan por tu bienestar, desde el dependiente del supermercado hasta tu familia y el director de la compañía en que trabajas.Ç
- Practica la aceptación. Debemos saber que nosotros somos útiles a otros mediante la práctica de la ecuanimidad, compasión, amor y el entendimiento para compartir sentimientos o intereses. La técnica es sencilla: encuentra algo que te haga sentir feliz con respecto a la persona que te está causando los celos. En un principio podrás sentir que esto es absurdo y deshonesto, pero con el paso del tiempo te irás acostumbrando a hacerlo y lo sentirás genuino.
- Recuerda siempre tratar con tu pareja toda clase de asuntos con gran paciencia y amor, sin hacer juicios de valor o acusaciones. Para crear la relación de tus sueños, el camino es largo y lleno de trabajo y a pesar de lo difícil que resulta, la recompensa es abundante.
- Si repites una y otra vez lo antes mencionado, te dará cuenta que con el paso del tiempo, podrás liberarte de una de las emociones más desagradables y destructivas de este planeta: los celos.