Amigos sin hijos
¡Felicidades, ya tienes un bebé!, pero, ¿y tus amigos sin hijos lo entenderán?
Por: Rosamaría Hernández
Nació tu bebé y estás perfectamente consciente de que esto cambió tu vida y la dinámica de pareja. Ésta, es una conciencia recién estrenada porque antes de que llegara el momento de dar a luz, lo imaginabas, de alguna forma lo intuías, pero hoy, tu bebé absorbe todo tu tiempo y acapara la atención de papá y la de todos a tu alrededor; además tú como que pasas a segundo plano y la estrella de la película es ahora tu bebé. Tal vez muchos piensen que eso es lo más normal porque han tenido la experiencia de ser padres, pero ¿qué pasa contigo?, ¿qué pasa con tu pareja y con tus amigos que no tienen hijos?, ¿podrás volverte malabarista, atender y entender a todos los que no están en tu situación?
Con la llegada del bebé las expectativas e intereses cambian radicalmente
Cuando una pareja decide tener un hijo también está decidiendo un cambio radical y definitivo en su vida, además de que está inaugurando una familia, en el sentido tradicional del término. La ventaja para esa pareja, frente al resto de la humanidad, es que tuvieron nueve meses para prepararse y tratar de entender lo que vendría, pero no todas las personas están en esa misma órbita.
Tus amigas solteras seguirán reuniéndose como siempre sin importar ni el lugar ni la hora de la reunión y los planes de fin de semana para irse a los antros seguirán a la orden del día. A lo mejor tu marido tiene un grupo de amigos solteros que se sentirán desilusionados porque no podrá asistir, como antes, a los partidos de dominó de los jueves. En este nuevo escenario, quizá más de un amigo o amiga ni se haya inmutado ante el gran acontecimiento. No te fue a ver al hospital o ni siquiera llamó para felicitarlos. Es perfectamente normal, es algo común y muy comprensible. Éstas pueden ser algunas respuestas.
Tú con un nuevo estatus y el mundo sigue su marcha
Para la psicoterapeuta Priscilla Echeverría hay diversas situaciones que los casados y los que se estrenan como padres tienen que entender si quieren preservar a todas sus amistades, como el hecho de aceptar que los intereses y las prioridades de una nueva familia son distintas a los de las parejas que no tienen hijos y a los de las personas solteras.
Las parejas que se estrenan como padres deben aceptar y tratar de solventar de la mejor forma que su relación de pareja y su vida sexual se modifican en tanto pasan por un periodo de adaptación: “He observado a lo largo de mi experiencia como terapeuta, que muchas mujeres casadas que se estrenan como madres ven como una amenaza, aunque sea de manera inconsciente, a sus amigas solteras, pues representan un riesgo para la estabilidad de su relación en el imaginario de que la amiga puede resultarle más atractiva para su pareja, mientras se adapta a su nuevo rol de madre que le exige estar más concentrada en atender al hijo y en recuperar su estatus de atractiva sexualmente para su pareja”.
PAREJAS DINKS
Por otro lado, las parejas llamadas Dinks o Dinkis (la palabra viene de la expresión double income no kids, es decir, “doble sueldo, sin hijos”) empiezan a ganarse un lugar en nuestra sociedad, pero no dejan de sufrir la presión a que son sometidas por su decisión de no tener hijos. “Es obvio suponer”, según Priscilla Echeverría, “que a una persona soltera o a una pareja que no tiene hijos le aburrirá una fiesta infantil y si no comparte estos momentos nadie tendría por qué sentirse ofendido por eso. Las parejas con hijos, incluso las madres solteras, pueden involucrar a sus amigos sensibilizándolos sobre el mundo de los niños. Muchas personas no conviven con niños no porque no quieran, sino porque su estilo de vida y sus ocupaciones están muy lejos de ellos. Cuando han pasado años sin este acercamiento a muchos adultos se les dificulta acercarse al universo infantil. Algunas madres que dejan de trabajar y que se dedican a la crianza de sus hijos –lo cual cabe señalar, también es una opción muy respetable-, sufren una “puerilización”, es decir, su mundo se vuelve un tanto infantil y sus temas de plática y su vida giran en torno a sus hijos”.
La época que nos está tocando vivir trae consigo un menú muy amplio de opciones de vida en las que se involucran aspiraciones sociales, ambiciones económicas, profesionales o laborales y formas de ver la vida más personales, como la decisión de permanecer soltero o soltera, la de vivir en sociedades de convivencia, la de no sumar un nuevo ser a un mundo que algunos consideran “sin futuro”, entre muchísimas otras. Lo cierto es que todas las opciones son válidas bajo el principio de absoluto y recíproco respeto.
¿Qué hacer para acercarte a tus amigos sin hijos con la llegada del bebé?
- Llámales a tus amigos para darles, personalmente, la buena nueva.
Invítalos a que visiten tu casa y conozcan al bebé.
- Háblales de lo que significa para ti tu nueva experiencia, hazlos sentir parte de ella. Muchos solteros o parejas sin hijos llaman “sobrinos” a los hijos de sus amigos más cercanos.
- Evita “puerilizarte”, regresa del país del nunca jamás diversificando tus actividades. Dedícate unos minutos, al menos 15; todos los días haz algo que te guste a ti y sólo a ti.
- Dedica tiempo para tu pareja. Trata de conseguir ayuda y sal de paseo cuando menos una vez por semana.
- Manténte atenta de los intereses y preocupaciones de tus amigos sin hijos y respeta sus puntos de vista.
- No te molestes si tu marido quiere “escaparse” un rato a jugar su partido de dominó.
- Según la American Demographics Magazine, para el año 2010 sumarán 31 millones de parejas sin hijos.
- La tendencia de no tener hijos ha cobrado fuerza en China, Canadá, Japón, España e Italia, donde el fenómeno empieza a alarmar a las autoridades. Tan sólo en España las parejas que le han dicho “no” a la paternidad suman 800,000, 75% más que hace cinco años.
- En México, de 2000 a 2005 la fecundidad se redujo de 2.4 hijos a 2.1 hijos por mujer; el Distrito Federal tiene la menor fecundidad con 1.8 hijos por mujer, según cifras del Consejo Nacional de Población.