El corte de pelo de tu hijo: cómo, cuándo y por qué
¿Raparlo, hacerle un corte de pelo al año..? ¿Qué se tiene que hacer? Hay muchas dudas y, peor, consejos. Es muy importante que tú estés tranquila, pues le contagias tus emociones.
El primer corte de pelo
No hay una regla para cuándo se “tiene” que hacer. Dependerá de cada niño, hay algunos que nacen con una súper melena y al mes lo pierden todo, otros, peloncitos y luego son unos changuitos.
Pero cuando llegue el momento de realizarlo, podrías estresarte. Muchas mamás prefieren hacerlo ellas mismas, otras, llevarlos con su estilista de confianza. En cualquiera de las dos opciones, es buena idea que los pequeños vean que alguien más de su familia lo hace.
Cómo cambia el cabello
Si te fijas, cambia muchísimo. A veces se cae casi todo y nace más grueso, oscuro y hasta de textura distinta. Otras sale igual, sólo un poco más tupido. A veces el tono también cambia, pero con el paso de los años. El cabello (o la pelusita que tienen) muchas veces se pierde solito en los primeros seis meses de vida.
Nuestros abuelos solían guardar un mechón de cuando nacimos y así se conserva el tono natural ¡para cuando tengamos que teñirlo! Cada familia y cultura tiene sus propias tradiciones al respecto.
No olvides que su cuero cabelludo es delicado y por eso es mejor utilizar productos pediátricos e infantiles para lavarlo. Para evitar jalones (y que se mueva mucho), aplica algún spray anti-nudos.
Consejos para que se esté quieto
- Evita los momentos de hambre o sueño.
- Ayúdate de algo que le guste mucho para que se distraiga, como un libro, su programa favorito o algo de comer.
- Prepáralo y cuéntale qué va a pasar durante el corte de pelo.
- En algunos casos, es mejor que no se vea en el espejo y se enfoque en otra cosa.
- Si se estresa mucho, hazlo en su casa, en su ambiente, incluso en su silla de comer.
- En caso de que prefieras tú cortarlo, puedes aprovechar cuando esté dormido, aunque no quede del todo bien. Eso sí, siempre cuida que las tijeras tengan filo, para evitar despertarlo con jalones.