La hepatitis en el embarazo, ¿peligrosa?
Sólo con escuchar hepatitis en el embarazo da miedo, pero antes de asustarte déjanos decirte que no todos los tipos son iguales.
Como adivinarás con la terminación “itis” se trata de una inflamación, en este caso del hígado, un importantísimo órgano. Justo por eso hay que estar pendiente siempre de tu salud y durante la gestación, aún más. Generalmente se transmite por un virus y de distintas maneras, dependerá del tipo.
Importante: este texto es informativo, por favor, antes de asustarte o automedicarte, consulta a tu médico.
Tipos
Hepatitis A: generalmente se cura solita y es transmitida por agua, heces y alimentos.
Hepatitis B: debe de haber fluidos de por medio para adquirirla. También puede pasar desapercibida y si se detecta durante el embarazo, hay que vacunar al bebé en los primeros días de vida.
Hepatitis C: se transmite también por fluidos corporales y no existe vacuna, hay que tratarla siempre.
Hepatitis D: de alguna forma es consecuencia de la B, así que hay que tratar la B. Es raro que el bebé se infecte, pero no hay que confiarse.
Hepatitis E: existe en zonas donde hay epidemias y también se transmite por el agua, heces y alimentos.
Atención en la hepatitis en el embarazo
¿Los síntomas? Ten cuidado si tienes fiebre, dolor en alguna parte de tu abdomen, heces claras, si el tono de tu piel cambia hacia el amarillo, orina oscura o más cansancio del normal. Tienes que hacerte un análisis de sangre en el primer trimestre del embarazo.
Hay que recordar que la limpieza cuenta, en especial cuando se trata del tipo A: hay que lavarse las manos siempre que se esté en contacto con heces o alimentos.
Es importante que si planeas embarazarte le preguntes a tu médico sobre qué vacunas ponerte y cuándo.