Recupertaté
Los niños se enferman en promedio 8 veces al año de gripas y catarros, aun teniendo los cuidados máximos en casa. Algunos consejos para ayudarle a recuperar pronto su salud son:
Gotas nasales infantiles
Las gotas salinas adelgazan y liberan las secreciones nasales aliviando así la congestión. Para mejores resultados, utiliza un aspirador nasal (o perilla de bombeo). Si tu bebé te lo permite, inclina un poco su cabeza hacia atrás y bombea la perilla suavemente hasta que entre la solución salina a su nariz. Luego usa la misma perilla para remover la mucosidad. Repite este proceso varias veces al día.
Descanso, mucho descanso
Aunque esto parezca más fácil decirlo que hacerlo, entre más descanse tu bebé, más rápido se sentirá mejor. Trata de que tome una o dos siestas al día. Cuando tu bebé no esté descansando en la cuna, realiza con él actividades tranquilas como leer un cuento o jugar con marionetas.
Humidificador
Esto es particularmente importante por la noche y durante las siestas, que es cuando la tos o las dificultades respiratorias impiden que tu bebé descanse. El aire húmedo del humidificador o vaporizador adelgazará las secreciones mucosas de tu bebé ayudando a calmarle la tos y a aliviar la congestión.
Muchos líquidos
Los niños pierden fluidos rápidamente cuando están enfermos, especialmente si tienen fiebre o diarrea. Para reponer esos líquidos, dale frecuentemente leche materna o fórmula. Si crees que puede estar deshidratado, dale un poquito de agua también o una solución de electrolitos, si es que tiene más de 4 meses de edad.
Si tu hijo ya consume alimentos sólidos, le puedes además ofrecer frutas muy jugosas (como sandía o naranjas), jugos diluidos.
Consulta a tu médico
Aunque la mayoría de virus invernales se vayan por su cuenta luego de varios días, algunos pueden convertirse en condiciones más serias que requieren tratamiento inmediato.
Llama al médico si tu bebé se jala la oreja (indica infección del oído); resuella o tiene dificultad para respirar (indica bronquitis o neumonía); o tiene diarrea o vómito, pues ambos pueden causar una peligrosa deshidratación.
También llama al médico si tu hijo tiene menos de 3 meses de edad y su temperatura es de 100.4 grados Farenheit (F) o 38 grados Centígrados (C) o mayor. Un bebé así de pequeño debe ser revisado para cerciorarse de que no tiene una infección seria o una enfermedad grave.
Si tu bebé tiene al menos 3 meses de edad, pídele al médico indicaciones para saber cuándo es necesario llamarle. El médico puede sugerir que le llames si tu bebé tiene entre 3 y 6 meses de edad y su temperatura alcanza los 101 grados F (38.3 grados C) o más, o bien, si tu bebé tiene más de 6 meses de edad y su fiebre llega a los 103 grados F (39.4 grados C) o es más alta.
Abrázalos
Los pequeños necesitan ser abrazados, especialmente cuando están enfermos, así que además de revisar su temperatura, dedícales tiempo para apapacharlos.
Ten paciencia: al ver a tu bebé enfermo recuerda que se fortalecerá su sistema inmunológico.