¿Déficit de atención e hiperactividad?
Alex tiene 8 años de edad, es el mayor de tres hijos y tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) severo no diagnosticado. Desde preescolar, los maestros habían tenido problemas con Alex y su madre admitió rápidamente que es difícil de controlar.
Este pequeño está constantemente en movimiento, tocando todo y exigiendo atención de una u otra manera. Es inquieto, intranquilo e impulsivo.
Su concentración en los juegos es muy difícil y se aburre en pocos segundos si no está entretenido. Sin embargo, tiene una fuerte atracción sobre los videojuegos, que es uno de los pocos entretenimientos que logran atraer su atención por más tiempo. Con frecuencia suele interrumpir a otros y dice lo primero que se le cruza por la mente, sin ni siquiera pensarlo.
Alex molesta constantemente a sus hermanos menores, los persigue y los reta a pelear sin razón aparente, y ellos, desde luego, procuran evitarlo en el mejor de los casos, o responden a sus agresiones; y en ambas situaciones, el resultado termina con el aislamiento de Alex en la convivencia familiar.
Los dos amigos que tenía en la escuela están más distantes este año. En una ocasión, Alex invitó a su amigo Jorge a jugar en su casa, pero cuando la madre de Alex llamó para confirmar la hora, la mamá de Jorge se disculpó y dijo que lo sentía y que tal vez a Jorge se le había olvidado que tenían otro compromiso, pero que quizá en otra ocasión sería.
Los niños de la cuadra, quienes a menudo juegan en la calle de su casa, se desaparecen cuando Alex sale a jugar. Su mamá, al igual que Alex, se da cuenta que ninguno de sus compañeritos de clase lo quieren invitar a las fiestas de cumpleaños, y esto claro está, afecta la autoestima de Alex.
La situación de Alex exacerba fácilmente cualquier conflicto familiar. La falta de amigos y una mala vida social exigen una mayor atención de toda la familia para el pequeño, lo que genera estrés y desgaste en la convivencia de todos los miembros de la casa.
La solución inmediata que ha encontrado la familia para sobrellevar la conducta de Alex, es permitirle estar frente a los videojuegos sin límite de horarios, ya que es la única manera en la que logran mantenerlo tranquilo.
Hablando de la enfermedad
El TDAH es una alteración neurobiológica a nivel del sistema nervioso central, que se origina en la niñez, cuyos signos se presentan antes de los siete años y se define en tres subtipos distintos: predominantemente del tipo de falta de atención, predominantemente del tipo hiperactivo-impulsivo y del tipo combinado.
Algunos de los síntomas en la parte de falta de atención son: dificultades para mantener su atención en tareas o en juegos, no escuchar cuando le hablan directamente, no seguir instrucciones; en la parte de hiperactivo-impulsivo, a menudo, los pacientes presentan inquietud en manos o pies, y corren o trepan de manera excesiva en situaciones en las que es inapropiado.
Aproximadamente del 3 al 7 % de los niños en edad escolar la presentan. Actualmente en México existen alrededor de 33 millones de niños y adolescentes y un gran porcentaje de éstos, presentan Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Efectos en la casa y su vida social
Los problemas de comportamiento asociados a este padecimiento, tienen un impacto negativo en toda la familia. La mayoría de los niños y adolescentes con este trastorno tienen problemas por su terquedad, obstinación, desobediencia, mal genio, berrinches y en general por su hostilidad verbal. Son más difíciles de disciplinar, además de tener baja tolerancia a la frustración y facilidad para enojarse.
En general, cerca de la mitad de los niños con TDAH tienen serios problemas en relación con compañeros y con los pocos amiguitos que lleguen a tener, lo que afectará emocionalmente al niño y posiblemente tenga efectos adversos a largo plazo en su desarrollo.
Alternativas
El apoyo de la familia es básico cuando se quiere ayudar a uno de sus miembros. Sin embargo, un tratamiento farmacológico adecuado y sin riesgos, permitirá aliviar los síntomas y ayudar al niño. Actualmente existen opciones de tratamientos No estimulantes que mejoran la calidad y salud de quienes padecen TDAH. La importancia de un buen diagnóstico será clave para indicar el tratamiento adecuado a las necesidades del niño, ya que cada paciente es diferente.
Salió al mercado una de las opciones terapéuticas idóneas. Se trata del primer medicamento no estimulante y eficaz, aprobado e indicado para el tratamiento del TDAH.
Una de sus ventajas es su dosificación, ya que la dosis es de sólo una vez al día, lo que permite que el paciente se apegue al tratamiento con mayor facilidad. Este medicamento es no controlado, lo que reitera su alto perfil de seguridad, además que no presenta potencial de abuso y los efectos secundarios que pudieran presentarse son mínimos.
Los problemas de conducta en los niños son complejos y pueden tener origen en causas muy diversas, como el entorno social o una enfermedad como lo es el TDHA. Se trata de una enfermedad bastante común, que sin embargo fácilmente puede pasar sin ser advertida por parte de la familia. La salud de tu hijo es una de las cosas que más te preocupan y a las que más pones atención. Por lo tanto cuidar su bienestar es uno de los retos que se tornan difíciles, más si se trata de padecimientos que tienen que ver con la conducta y su salud mental. Es indispensable brindarle a tu hijo “Una vida con atención”.
Información proporcionada por Eli Lilly
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