Tiempo fuera, ¿cuándo usarlo?
Durante el tiempo fuera, el niño debe estar en un lugar sencillo y aburrido inmediatamente después de haberse comportado de alguna forma indeseada para los padres. Se debe quedar en este lugar hasta que le indiques que ya terminó el tiempo fuera. En principio se recomienda que se quede ahí por un minuto por cada año que tenga de edad.
Los tiempos fuera se refieren a tiempos fuera de recompensas, reforzamientos, atención y actividades interesantes para tu hijo. Es importante retirar de inmediato a tu hijo de la actividad agradable en la que la conducta indeseada ocurrió y colocarlo o indicarle que se vaya a un lugar previamente pensado, el cual sea silencioso y aburrido para que no se vea reforzado por alguna actividad que pudiera disfrutar.
Al colocar a tu hijo en tiempo fuera, previenes que tenga atención u otras recompensas después de haberse comportado de alguna forma incorrecta.
El método del tiempo fuera tiene dos objetivos importantes:
- El objetivo inmediato es detener rápidamente el comportamiento indeseado.
- El objetivo a largo plazo es ayudar a que tu hijo adquiera auto disciplina.
Ventajas de utilizar el método del tiempo fuera
- El tiempo fuera rápidamente debilita comportamientos indeseados.
- Este método ayuda a detener algunos tipos de comportamientos incorrectos permanentemente. De esta forma son sustituidos por otros comportamientos más apropiados.
- Es muy sencillo que los padres aprendan a utilizar los tiempos fuera.
- Los padres reportan sentirse menos enojados y molestos al tener un plan efectivo.
- Los padres se vuelven un modelo racional y no agresivo para sus hijos.
- La relación entre padres e hijos regresa a la normalidad con mayor rapidez después de utilizar un tiempo fuera.
El tiempo fuera desde la perspectiva de tu hijo.
A los niños no les gusta el tiempo fuera, ya que experimentan un gran número de pérdidas inmediatas aunque sean por un tiempo breve y sean pérdidas moderadas. Cuando son colocados en otro lugar pierden la atención de su familia, pierden poder, control y su habilidad para hacer que sus padres se enojen y se molesten. Los niños pierden la libertad de jugar con juguetes y realizar actividades interesantes.
Siendo que el tiempo fuera es definitivo e inmediato, los niños son menos capaces de evitar esta forma de disciplina. Tu hijo generalmente va a estar irritado contigo cuando lo mandes a tiempo fuera y durante el mismo. Pero generalmente la actitud molesta de tu hijo va a desaparecer rápidamente después de que éste termine.
Los niños en principio se resisten a cambiar su comportamiento; no desean detener su comportamiento inapropiado. Aunque con el tiempo se dan cuenta que si continúam con su comportamiento indeseado van a recibir más tiempos fuera y como consecuencia les parece más fácil dejar dicho comportamiento.
Los niños después buscan distintas formas de cubrir sus necesidades de atención, por lo que buscan comportarse de tal forma que la obtengan. Cuando estos nuevos comportamientos son recompensados, se fortalecen, y es más probable que ocurran en el futuro. El tiempo fuera debilita los comportamientos indeseados y motiva a que surjan nuevos comportamientos más aceptables.
¿Qué tipo de conducta indeseable merece un tiempo fuera?
El tiempo fuera es efectivo para corregir conductas indeseables persistentes que sean impulsivas, agresivas u hostiles. Cuando se compara el tiempo fuera con otros métodos de disciplina, es uno de los métodos más efectivos para eliminar dichas conductas, como: pegar, molestar o provocar a otros niños, berrinches, contestarle inapropiadamente a los adultos, gritos de enojo, arrebatar, aventar o destruir juguetes, patear o morder a otros, jaloneo del cabello, ahorcar a otros, escupir, tirarles tierra, piedras o palos a otros, maltratar o lastimar a las mascotas u otros animales, llanto intencional para irritar a los padres, dar cachetadas, pellizcar, rasguñar, realizar actividades peligrosas como llevar el triciclo a la calle, mal decir o decir groserías, empujar a otros, aventar la comida durante la cena, intencionalmente lastimar los muebles de la casa, burlarse o humillar a otros, desobedecer un mandato.
Los padres que han utilizado este método han podido reducir o eliminar los comportamientos anteriormente mencionados. Sin embargo, el tiempo fuera no es una solución para todos los comportamientos indeseados. No se recomienda para los siguientes comportamientos: irritabilidad, mal humor, fallar en u olvidar realizar algún quehacer, fallar en recoger su ropa u juguetes, no hacer su tarea, conductas hiperactivas, temerosidad, ser dependiente, tímido o pasivo, aislamiento, deseo por estar solo, algún comportamiento no observado por los padres.
Por otro lado, los padres suelen preguntar si pueden utilizar el tiempo fuera para hacer que sus hijos empiecen a realizar alguna actividad, como hacer la tarea o recoger el cuarto. El tiempo fuera es recomendable para reducir o eliminar algún comportamiento indeseado, pero no para motivarlo a realizar alguna actividad. Para ello considera otros métodos como recompensas o negociaciones entre padres e hijos.
Elige sólo uno o dos comportamientos claves.
Tú y tu pareja deben escoger uno o dos comportamientos indeseables con los que les gustaría comenzar a utilizar el método del tiempo fuera. A estos comportamientos se les va a llamar comportamientos clave, ya que son en los que se van a enfocar para cambiar. Utiliza tiempos fuera consistentemente en estos comportamientos claves y evita utilizarlos en todos los comportamientos indeseables o inaceptables de tu hijo. Después de tener éxito en reducir el primer comportamiento clave, puedes elegir algún otro comportamiento para reducirlo.
Empieza a utilizar tiempos fuera con el comportamiento clave de menor complicación como puede ser molestar a un hermano. Esto es sencillo de manejar ya que normalmente tu hijo no se encuentra extremadamente emocional o enojado cuando está molestando al hermano.
Después de adquirir cierta experiencia usando tiempos fuera puedes pasar a un comportamiento clave más complejo como el de pegar o berrinches. Estos comportamientos suelen implicar un mayor reto para los padres ya que los niños suelen estar más emocionales o enojados al demostrarlos.
Puedes utilizar exitosamente el método de tiempo fuera si tu hijo tiene entre 2 y 12 años. Sin embargo, mientras más pronto lo empieces a utilizar es mejor. No es recomendable empezar a utilizarlo cuando tiene 11 o más años ya que sería más difícil para él empezar a asimilarlo a esta edad por primera vez.
Cuando el tiempo fuera se utiliza apropiadamente es seguro y efectivo para detener los comportamientos indeseados de tu hijo. Recuerda que ya que haya terminado el tiempo fuera y tú y tu hijo se encuentren emocionalmente más tranquilos, es fundamental platicar con él sobre lo ocurrido y la razón del tiempo fuera. Al comunicar esto siempre hay que ser claros, específicos y dar nuevas alternativas de cómo podría manejar esa misma situación de una forma más positiva si se llegara a presentar nuevamente.