Por
Mónica Medrano Limón
Es un tema muy importante y actual: es necesario que, en las escuelas, día a día, se fomente la cultura de la denuncia. Es fundamental para una convivencia sana y pacífica, así como para proteger y salvaguardar los derechos de los integrantes de una comunidad escolar.
Lo que se busca es que cada vez sean más los pequeños que no guarden silencio ante situaciones diversas, respetando los derechos de las niñas, niños y adolescentes a una vida libre de violencia favoreciendo su desarrollo integral.
¿Sirve para algo?
Sí, pero es necesario que cuando haya una denuncia, exista alguna sansación pertinente o una consecuencia ante la falta. ¿Por qué?, pues, de lo contrario, es poco probable que un pequeño vuelva a denunciar una situación que, tal vez, fue muy difícil para él denunciar.
Es importante que tanto padres como docentes generen vínculos que permitan incrementar la confianza, y que en las escuelas se retome la cultura de la denuncia dentro de la asignatura de Formación Cívica y Ética, logrando que cada vez que se denuncie una situación, la ley se aplique como este establecido o sea necesario.
La cultura de la denuncia debe estar dirigida y fomentada tanto en niños, jóvenes y padres de familia, para que todos juntos, logren romper el silencio y tener una vida más sana, justa y plena.
A los docentes, dentro de los centros escolares, se les orienta para que se atienda de forma oportuna todas las situaciones que se generen y que sean denunciadas, es mejor dejar 10 minutos de clase y atender a los pequeños, que no prestar atención, o subestimar situaciones de conflicto.
Es necesario también, que como padres estemos atentos a cualquier foco rojo en nuestros hijos, tal vez la pregunta al recogerlos de la escuela: “¿cómo te fue?… no sea suficiente para saber en verdad cómo estuvo su día.
Fortalecer nuestras relaciones como padres, como docentes, como adultos, guías de vidas que están en etapa formativa, es vital para estrechar las líneas de comunicación en las que se hable y denuncie, así como también, el que se apliquen las consecuencias o medidas disciplinarias ante lo ocurrido.
Asímismo, en las escuelas es necesario divulgar y difundir una cultura de la prevención donde también participan, las familias, autoridades, maestros, y sociedad en general.
Es responsabilidad de todos fortalecer y realizar actividades dirigidas a la práctica de valores y buenas acciones dentro del aula, en los hogares, y en el entorno inmediato, así no solamente tendremos niños asertivos con habilidades y competencias para la denuncia sino ciudadanos libres, responsables y comprometidos consigo mismos y con la sociedad.