“Tiene la nuca seca”, “No duerme siesta”, “Si no es nuestra cama, no concilia el sueño”, ¿te suenan estas frases asociadas con el insomnio infantil?

El reloj biológico de nuestro bebé o hijo puede ser que ya dicte que necesita pocas horas o muchas para dormir, pero también nosotros estamos contribuyendo a que ellos duerman poco o mucho. Pero recuerden que dependiendo de la edad, son las horas que necesitan descansar, ya sea para recuperarse o ¡seguir creciendo!

¿Cómo darme cuenta que existe insomnio infantil?

Si vemos que nuestro hijo duerme pocas horas y está somnoliento en el día.

• Cuando les cuesta trabajo conciliar el sueño.
• Se despierta a la mitad de la noche y no puede volver a dormir.

Entonces hay que revisar:

1. Hábitos: El pequeño necesita rutinas, irse a acostar a tal hora es una de ellas. Si lo dejemos que se quede despierto/jugando/viendo la tele por años, será muy difícil después “obligarlo” a hacer algo distinto. También aquí viene el leerles un cuento antes de dormir, un masaje, una ducha… todo esto es parte de un ritual que los va preparando a conciliar el sueño.
2. Luz: Muchos seres humanos pueden dormir con luz prendida o a medio día, pero otros tantos solo generan la hormona del sueño (Melatonina) cuando hay oscuridad. Se dice que a partir de los tres meses de nacidos el cerebro comienza a regular esta función: oscuridad: sueño.
3. Recámara: ¿Tiene una cama cómoda? ¿Está calientito? ¿Tiene buena ventilación? ¿Hay demasiado ruido? ¿Su almohada es demasiado grande y está incómodo? Todo esto cuenta.
4. ¿Tiene miedo? Quizá tenga pesadillas y no entienda qué pasa. Explícale que no es real y acompáñalo en este proceso. Asimismo acompáñalo a ver que no existen los monstruos debajo de la cama o algún espanto. Por supuesto, no le permitas ver programas o películas de terror.
5. Alimentación: Demasiada azúcar es igual a demasiada energía. No dormirá hasta muy tarde si le das mucha azúcar en el día. Una dieta balanceada lo mantendrá sano y “relajado”.

 Al médico si…

Revisa si existe una relación entre su insomnio infantil y alguna alergia, dolor o a que se haga pipí en la cama.

También es importante que tomes en cuenta que si está tomando algún medicamento, éste puede alterar su sueño.

Si es un niño hiperactivo, puede ser que le cueste trabajo también dormir. No está mal que consultes a algún especialista.

Los buenos hábitos y rutinas ayudará, además de revistar todo lo anterior. Si tiene un peluche favorito, ayudará mucho que lo tenga cerca. No olvides que todos los niños son distintos, pero no está de más revisar con su pediatra si su insomnio infantil no es consecuencia de algo fisiológico que necesite tratamiento.